~ Capitulo 32 ~

947 84 4
                                    

Me desperte en el sofa de mi novio y lo primero que hice fue preguntarme donde estaba. Los dos nos habiamos quedado dormidos.

-¿Alfonso?

-Estoy aqui. -Respondio desde la cocina.

-¿Cuando te levantaste? -Dije acercandome a el.

-Hace como media hora. Tu no te diate cuenta. Eres una pequeña dormilona. -Rei.

Alfonso estaba sin camisa. ¿Acaso no sabe lo que proboca en mi cuando esta asi?

Oh Dios, ¿que estoy diciendo?

Pero siendo sincera, Alfonso provocaba muchas cosas en mi. Cosas que jamas imagine sentir.

Nunca habia pensado asi de un chico, pero con Alfonso era diferente. Y aveces, me gustaria saber hasta donde podiamos llegar.

Pero se que todavia no tengo la confianza suficiente para estar desnuda frente a el.

-¿En que piensas? -Dijo agarrandome mi mano y sentandome en sus piernas.

-Oh, nada... Solo algunas cosas. -Dije nerviosa.

-¿Me encuentro en la lista de esas cosas? -Dijo suavemente en mi oido. Maldita sea, el sabia lo que provocaba en mi y lo estaba aprovechando perfectamente.

-Si... -Dije mirandolo fijamente y presionando mis labios contra los suyos.

El me cargo y yo enrede mis piernas en su cintura, mientras me llevaba hacia la sala.

Mientras nos besabamos, Alfonso me fue acostando con delicadeza sobre el sofa, el beso cada vez aumentaba, tenia mis brazos al rededor de su cuello. Su beso casi salvaje evitaba que el aire llegase a mis pulmones y no importaba, respirar paso a segundo plano, profundizo el beso explorando con su lengua mi cavidad, mientras sus manos inquietas tocaban cada parte de mi piel. Me consumia como leña al fuego estando entre sus manos, deleitandome con cada caricia, suspirando en su boca, hundiendo mis dedos en sus finos cabellos, gimiendo su nombre cuando sus labios marcaro  un camino humedo hasta mi cuello.

Sus manos siguieron recorriendo mi figura pasando por mis caderas y terminando en mis piernas.

Al separarnos los dos contabamos con la respiracion muy agitada y nuestros labios estaban algo enrojecidos y al mirarnos podria observarse la pasion que desbordabamos.

-Te quiero pequeña. -Dijo con la voz agitada- Gracias por escucharme.

-Siempre estare ahi para escucharte. Lo prometo. -Dije besandolo de nuevo.

.
.
.

Una semana habia pasado desde que Alfonso me lo confeso todo. Una semana.

Lo obligue a ir a pedirle perdon a su madre y terminamos teniendo una agradable cena en su casa. Elena es una fantastica y divertida mujer.

Mi relacion con Alfonso va mucho mas que bien, siento que ya nos tenemos mas confianza.

En cuanto a mi padre y Alma, no se han ido de la casa. Pero es muy facil ignorarlos, por ahora

Estaba en el auto de Alfonso, pero en este caso, yo iba al volante y Alfonso em el asiento de copiloto. Alfonso me estaba enseñando a conducir.

-Anahi, porfavor con cuidado... -Suplico.

-Alfonso calmate, lo tengo todo bajo control. -Dije acelerando.

-Gira a la derecha. -Ordeno y yo lo hice.

-¿Ves? Soy una experta en esto. -Dije orgullosa. 

-Estas llendo demasiado rapido, por favor detente.

Eres Mia Pequeña (Adaptacion Ponny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora