12. Inmortal Flamel

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Al final no pudimos averiguar mucho sobre Flamel,  y cuando le contamos a Herms lo que hicimos en vacaciones consideró las cosas de otra manera. Estaba dividida entre el horror de la idea de Harry vagando por el colegio tres noches seguidas, un fantasma que molestaba a los estudiantes  y desilusionada porque finalmente no hubieran descubierto quién era Nicolás Flamel

Cuando empezaron las clases, volvimos a la rutina de buscar en los libros durante diez minutos durante los recreos. Ya casi no había tiempo, Harry había comenzado con sus entrenamientos, y poco a poco la esperanza de descubrir quien era iba desapareciendo.

Así que esa mañana mientras le ganaba a Ronald en ajedrez y él hacía lo mismo con Hermione,   Harry entró la sala común de Gryffindor.

El ajedrez era la única cosa a la que Hermione había perdido, algo que Harry y Ron consideraban muy beneficioso para ella dado que era una de las cosas que los chicos hacían bien sin nuestra ayuda. Aún que yo era otro tema, mi hermano y Harry casi siempre se quejaban cuando les ganaba. Había perdido un par de veces, sólo para hacerlo interesante, y para que los chicos quisieran jugar conmigo

 —No me hables durante un momento —dijo Ron, cuando Harry se sentó al lado— Necesito concen... —

Alce la mira y vi el rostro de Harry — ¿Qué te sucede? Tienes una cara terrible

Ron que tenía en su mano una pieza la dejo caer ganando un "JA! La has soltado, es mi turno" de Herms pero aún así ambos voltearon a mirar a Harry. En voz baja y para que ninguno de los chismosos cerca escucharan, el azabache explicó el deseo de Snape de ser árbitro de quidditch.

—No juegues —dijo de inmediato Hermione

—Diles que estás enfermo —añadió Ron

—Finge que se te ha roto una pierna —sugerí

—Rómpete una pierna de verdad —dijo Ron, asentí ante su idea

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—Rómpete una pierna de verdad —dijo Ron, asentí ante su idea

—No puedo —dijo Harry— No hay un buscador suplente. Si no juego, Gryffindor tampoco puede jugar   

—Pero si intenta hacer algo más contra ti, Harry

—No lo hará, Sara. — trato de calmarnos—No puede, estará a la vista de muchas personas    

—Si te ocurre algo Harry, yo...—En aquel momento Neville cayó en la sala común.  

Sus piernas estaban pegadas juntas, con lo que reconocí de inmediato el Maleficio de las Piernas Unidas. Y no fui la única, ya que Hermione se puso de pie para decir el contra maleficio, mientras los demás se reían de Neville.

Molesta les mande a callar, amenazándolos con convertirlos en caramelos y comérmelos, dramatice, pero parecieron creerme. Ofendida, rodé los ojos  y me concentre en los chicos

—¿Qué ha sucedido? —preguntó Hermione, ayudándolo a sentarse junto a nosotros

—Malfoy —respondió Neville temblando, fruncí el cejo, confundida, ¿por qué Draco haría algo como esto? —Lo encontré fuera de la biblioteca. Dijo que estaba buscando a alguien para practicarlo

Sara; La melliza de Ron Weasley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora