Osomatsu el hermano mayor de la familia Matsuno, algo lo está consumiendo lenta y dolorosamente. . .
La culpa. . .la culpa de llegar a amar a uno de sus hermanos, la culpa de tocar ese puro cuerpo a base de un juego de mentiras.
Jyushimatsu quint...
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- Bueno. . .¿Cómo debería comenzar? - Musitó Osomatsu en un tono bajo para si mismo, algo que sería completamente inútil ante la presencia del tercer hermano, solos, en una habitación desierta para poder platicar sobre aquel asunto que mantiene tan inquieto de un segundo a otro a Choromatsu.
La preocupación otorgada de manera repentina hacia el mayor era algo que tenía en una constante agonía metafórica, ¿Cómo podría decirle que estaba teniendo sexo desde hace algún tiempo con uno de los menores? La angustia lo consumía.
- Quizás por la parte en la que me cuentas tu relación con Jyushimatsu.-
- De hermanos obviamente.- Respondió de manera inmediata el de sudadera roja.
- Sabía que ibas a responder así, lo repetiréuna vez más. . .no soy un idiota más, por lo menos soy menos que tú.-
La verdad, ¡La maldita verdad! No quieres decirla pero siempre uno anhela saber detrás de todos, saber que ocultan, que sienten en la realidad de una tenue sonrisa o de un amargo llanto. ¿Se logra vivir de manera cómoda manteniendo algo oculto? Todo depende de la gravedad de la mentira. . . ¿No?
- Si tanto afirmas que no somos una relación normal de hermanos, entonces, ¿Qué somos según tu grandiosa mente? -
- ¡¿Por qué rayos eres así?! Quiero saberlo de tu propia boca, quiero tener afirmaciones y no más "Tal vez", quiero saberlo de ti Osomatsu.- Habló en un volumen alto el tercer hermano para poder intimidar de algún modo al otro presente.
- Sólo somos hermanos, como tú y yo, como Karamatsu y. . . -
La puerta deslizante del comedor donde se encontraban fue una vez más abierta, la presencia de Karamatsu en la sala fue lo único que llamaba la atención para los únicos dos que ya permanecían ahí.
- Brothers, aquí sólo hay dos de mis cinco queridos hermanos, no importa cuántotiempo pasen lejos de mi, mi amor fraternal arderá como los mil soles por siempre.- El dolor en sus palabras era lo que más solía destacar junto su forma de vestir y actuar de aquel Matsuno, era típico de él y ya habitual para los demás.
- ¿Y Todomatsu? ¿No había salido contigo? - Interrogó Osomatsu.
- My big brother, él pronunció con una cálida voz que necesitaba volver a casa por mi bien. -
- ¿Te hecho verdad? -
- Sí. . . Pero no quiero hablar de eso, ahora si no les molestairé a cambiarme.- Dio por finalizado el segundo hermano.
