Hoy encontré un diario que no sé cuándo escribí, era mi letra mas no era yo, era otra mente, otro corazón, era otra persona en mi cuerpo. Esas letras hablaban de ti y de mí, de un nosotros y era un alma crédula quien escribía, un alma nuevecita sin un rasguño. No pude menos que añorar a esa niña que fui. Cerré mi viejo diario, acaricié mis cicatrices y le sonreí a la mujer que hoy soy.
ESTÁS LEYENDO
Una que otra frase.
RandomRecolectando frases para momentos de felicidad o tristeza, solo depende de ti.