Muchos me preguntan: ¿por qué tu no hablas? o me hacen comentarios como ¨¡oh hablo!¨ La realidad del caso es que yo siempre he sido así y no creo que cambie. He aprendido a aceptarme como soy. Hoy comprendo que Dios me acepta como soy y si el me acepta así, ¿por qué yo debería cambiar mi forma de ser?
El ser como soy me ha enseñado tantas cosas. He podido apreciar más a lo que está a mi alrededor y he desarrollado el oído. He aprendido a escuchar, no tan solo a otros sino a mí mismo.
Me siento cómodo y feliz siendo una persona callada. No porque sea diferente a ti me tienes que tratar como algo tan extraño. Me molesta un poco que otros estén constantemente tratando de cambiarme. Este soy yo, solo acéptame así o no lo hagas.
No hablo, simplemente porque no quiero. Considero que es más importante escuchar y apreciar que estar hablando. Te gustaría que te dijera: ¨qué mucho tú hablas¨ o ¨al fin hay silencio¨. Tu respuesta es no porque te sentirías mal, pues así me siento yo con esos comentarios de que soy mudo. Mi llamado es hacia la aceptación.
