Drama en la Isla

«CAPÍTULO VEINTICINCO»

❝FIN DELCONFESIONARIO❞

❝CONFESIONARIO DE TRENT❞

—Admito que me alegra que no estén juntos pero...—soltó un sonido de burla—. No, no esperen...—empezó a reír agarrándose la cara—. ¡Es que esto es demasiado! ¿Lo hacen de verdad o están de joda? ¿Tienen algún guion al algo así? —se burló mirando a la cámara.

❝FIN DELCONFESIONARIO❞

Namie caminó por todo el comedor tratando de ignorar al molestoso pelinegro que tenía como chicle pegado en ella. Agarró una bandeja y piso una manzana, luego un jugo de durazno en caja y por último un sándwich de atún.

—Una hora, te juro que no me pasaré.

—No.

—Treinta minutos.

—No.

—Quince.

La chica respiró profundo, cerró los ojos y contó hasta diez. No quería salirse de control y darle una bofetada al molestoso chico.

—No.

—Die...

—Entiéndelo, Logan—se sentó en la mesa y agarró su jugo para agitarlo—. No saldré contigo nunca.

Logan hizo una mueca de tristeza, pero en serio le gustaba Namie. No quería darse por vencido tan fácil y que venga otro que sí tenga una buena oportunidad con ella y se la quite.

—Entonces... ¿Desayunamos juntos mañana?

—No.

—¿Te gusta el pan con mantequilla de maní?

—No, lo aborrezco—dijo metiéndose un trozo de pan a la boca.

—¿Y la jalea de fresa?

—No.

—¿De durazno?

—No.

El chico tragó saliva.

—¿De...?

—No me gusta la jalea.

Sonrió ampliamente con los ojos bien abiertos, se estaba estresando cada vez más. Él era un chico muy comprensivo, pero todos tenemos un límite.

Solo quedaba una cosa que hacer.

Dar todo o nada.

Agarró a la chica de los hombros y la giró hacia él, inmediatamente acercó su rostro al de ella dispuesto a besarla. Pero Namie fue más rápida, tomó su jugo y lo exprimió con dirección a su rostro.

—¡Demonios! ¡Namie! ¡Me cayó en los ojos!

—¡Me quisiste besar a la fuerza, idiota! —se paró de su sitio, furiosa. Esto había llegado demasiado lejos—. ¡Eres un imbécil! —Agarró su pan con atún y se lo tiró al cabello—. ¡Estoy harta de ti! ¡No haces nada más que fastidiarme la vida!

Los gritos de Namie llamaron la atención de los demás chicos que se encontraban en el comedor. Charlie al ver la situación se paró de inmediato, dejando a Thomas, y corrió hacia la chica que ya estaba saliéndose de control.

—La única razón por la que no me deshago de ti es porque me das pena ¡Pierdes tu tiempo contigo! ¿¡Crees que con tus ojitos lindos y tu mirada encantadora voy a caer!? ¡Pues te equivocas! —agarró su manzana y se fue seguida de Charlie.

De todas las palabras que la chica lo único que Logan escuchó fue: Ojitos lindos y mirada encantadora.

Sonrió de lado mientras quitaba el sándwich de su cabeza.