En estos momentos sentía decenas de cosas diferentes. Culpabilidad, confusión y un poco de arrepentimiento. Quería estar segura de lo que sentía por Evan antes de hacer nada. Porque algo de lo que había dicho era cierto, ya no quería cometer los mismos errores con él.

—¿Y qué harás entonces? —preguntó Kristell finalmente.

—No tengo ni idea —respondió con sinceridad.

.  .  .

Evan se dirigió a su clase ignorando los bobos comentarios con los que se despidió Eliotte. Comentarios que para aclarar, el 99% no le ayudaban en nada.

Sin embargo, así de idiota como era, echaba de menos no poder tenerlo en su grupo. Eliotte era un año mayor que todos ellos, así que iba en un grado diferente. Por lo tanto salones diferentes.

Y eso fue como un terrible balde de agua helada. ¿Quién iba a darle apoyo moral cuando lo necesitara?

Muchas miradas se posaron en él cuándo entró al salón, pero la única que él ansiaba ni siquiera levantó su vista del cuaderno en su regazo.

Suspiró decepcionado y se dirigió hacia su asiento en la parte final del aula. Así de cliché como sonaba, era su lugar favorito. Lejos de todo y de todos, sobretodo hoy que no tenía ánimos de hablar con nadie. Además era el lugar en donde podía ver tranquilamente por la ventana sin ser interrumpido.

Todos parecieron captar el mensaje puesto que nadie se acercó a saludarlo. Ya que él era una persona muy social y amigable. Hacía amigos con mucha facilidad, pero en este momento no quería fingir sonrisas, ni mucho menos tener que escuchar a personas diciendo que se merecía alguien mejor que Alisson.

Se sorprendió al sentir una compañía a su lado. Era Cloe y venía con una sonrisa de oreja a oreja. Evan frunció el ceño. Era algo cruel de parte de ella porque podía asegurar que Cloe ya sabía todos los detalles que habían acontecido el día anterior.

—¡Felicidades Evan! ¡Por fin lo hiciste! Estoy tan orgullosa de mi pequeño —le felicitó Cloe, retirando lágrimas falsas de su rostro y eso le hizo fruncir el ceño aún más —. No querido, así no te vez lindo —le regañó ella suavizando con su dedo la frente de Evan dónde algunas arrugas se formaban.

—No sé que te traes, pero no me gusta para nada —le respondió sonriendo de medio lado, no era de los que se enojaban fácilmente y menos le gustaba hacerlo con Cloe —. Todo salió mal —confesó con un deje de tristeza y su amiga negó alegremente con la cabeza.

—¡Al contrario Evan! —exclamó contenta —. Lograste confundirla, Alisson por fin se dio cuenta de que es lo que siente por ti.

—¿Y que es lo que siente? —preguntó con un brillo de esperanza en su mirada.

—No lo sé —respondió sincera —. Pero estoy segura que dentro de muy poco Alisson será tu novia —afirmó confiada.

—¿Cómo puedes saber eso?

—Porque yo lo sé todo —respondió con obviedad y le plantó un beso en la mejilla.

—Desearía que tuvieras razón enana —suspiró y ella le sonrió suavemente.

—Ya verás que sí.

.  .  .

Alisson esperó un poco en la salida. Ya estaba acostumbrada a irse a su casa junto a la compañía de Evan por lo que instintivamente se quedó esperando a que el chico saliera del salón.

Podría haberse pateado a sí misma, casi había olvidado de que no podía ir con Evan, porque aun no estaba del todo segura cual seria su respuesta y decisión.

Caminó con pasos apresurados cuando vio que un chico de negro cabello rizado y desordenado, estaba a punto de cruzar la puerta. Afortunadamente Evan no logró verla por lo que Alisson pudo huir exitosamente de él.

Para no encontrarse con Evan y asegurarse de que él no la fuera a alcanzar intentó tomar un rumbo diferente al que siempre tomaba en compañía del chico. Caminó por un buen tiempo sumida en sus pensamientos —o más bien pensando en Evan— cuando se dio cuenta de que había tomado el camino equivocado. Intentó ubicarse mirando hacia todos lados pero no sabia donde rayos se encontraba.

Podría estar muy cerca pero también muy lejos. Siguió caminando intentando reconocer algún lugar para saber en donde se encontraba pero nada. Eso le pasaba por salir tan poco y no conocer su ciudad en absoluto. No podía reconocer nada y mientras más caminaba más perdida se sentía.

Cuando llegó a una calle que lucía muy poco amigable intentó relajarse y no juzgar al libro por su portada. Inhaló y exhaló repetidas veces. La orgullosa de Alisson decidió seguir caminando hasta encontrar un taxi, avenida principal o algo que le diera una pista de donde se encontraba. Aún no se estaba tan desesperada cómo para llamarle a Cloe o Eliotte y decirles que se había perdido. Ellos jamás la dejarían vivir si les pedía ayuda.

Sin embargo se arrepintió inmediatamente de no hacerlo cuando llegó a la esquina de la cuadra, y ahí se encontraba un grupo de adolescentes. La mayoría  parecían de su edad, unos cuantos mayores, pero lo que tenían en común es que ninguno de ellos lucía muy amigable. Otra vez, no juzgues al libro por su portada. No juzgues al libro por su portada. No juzgues al libro por su portada

Demonios, ¿cómo no hacerlo cuando uno de ellos tenía un arma en la mano? No necesitaba ser genio para darse cuenta que no eran el tipo de personas que les gustase que otras personas se metieran en su territorio. Alarmada sacó su celular, aprovechando que ellos todavía no se percataban de su presencia.

Marcó un número, el primero que se le vino a la mente después de que Cloe no contestara el suyo que casualmente fue el de Evan. Agradeció internamente a Cloe por haber añadido a Evan a sus contactos esa mañana. Espero unos segundos hasta que alguien le contestó.

—¿Alisson? —respondió Evan, al parecer no era la única en tenerlo en sus contactos sin pedirle el número primero. La voz de Evan se escuchaba reconfortante, Alisson dudó pero tras sentirse presa del pánico no le quedó otra opción.

—No sé como pasó, pero estoy bastante perdida y tengo miedo —explicó tropezando con sus palabras.

—De acuerdo, y ¿Dónde estas?—le contestó el chico preocupado tras la linea.

—¡¿Qué no escuchaste que estoy perdida?! —chilló enfadada, pero eso hizo que los tipos que se encontraban en la esquina fijaran su atención hacia ella. Alisson se pateó el trasero mentalmente y luego retrocedió unos pasos con su mirada fija en la de los chicos.

—Lo sé, pero dime algo que me ayude a saber donde estás —escuchó del otro lado a Evan.

—Es que no sé Evan, hay un parque descuidado, muchas casas abandonadas y ah, casi en la esquina un bar raro llamado "Lady Dolly", y creo que tengo que comenzar a correr porque un chico viene hacia mi —dijo Allison mientras trataba de correr y apretaba el celular con fuerza cerca del oído, el miedo la invadía y su preocupación aumentaba cada vez que la distancia entre esas personas y ella disminuía.

—Alisson ¿Alisson? ¡Alisson! —gritó Evan asustado por medio del teléfono.

—Evan, ayúdame —suplicó mientras corría siendo perseguida por un hombre de cabeza rapada y otros mas que venían tras de él.

—No te preocupes, sé perfectamente donde estás, iremos para allá, confía en mi —contestó Evan, pero Alisson no logró escuchar aquello, ya que el chico la había sujetado por los brazos mientras su celular se estrellaba contra el pavimento.

—¿Y que hace una linda chica como tú por aquí? —preguntó el tipo muy cerca de su rostro mientras forcejeaban y él la dirigió hacia la esquina y la aventaba contra la pared del callejón.

Alisson hizo una mueca de de disgusto con tan solo sentir el asqueroso y fuerte aliento de olor a alcohol que aquél hombre desprendía.

Y la tenia como quería. Arrinconada en un callejón sin salida, atrapada por sus dos brazos, indefensa y muerta de miedo.

Amor adolescente.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin