NIKLAS I (Let me love you)

Capítulo 45: Me sacas de quicio.

—¿Ha pasado algo de lo que yo no me di por enterado?— pregunté alzando una ceja.

—No es eso, burro—respondió—En casa está todo bien, es sólo que no sé,me gustaría independizarme un poco.

—Pero si ya eres uno de los chicos más independientes que conozco. No veo razón para mudarse sólo— respondí.

—Es que Bro, siento que a veces me necesitas— dijo serio. Así que no estaba pensando en mudarse sólo, estaba pensando en mudarse conmigo para hacerme compañía. Solté una sonrisa ante su idea loca. Lo cierto es que este chico tenía un buen corazón.

—Ah, es eso— respondí tranquilo— No te preocupes por mí, es sólo cuestión de tiempo y ya me olvidaré de ella—respondí tratando de sonar convencido.

—No, no lo entiendes, Nik— su semblante se tornó serio y carraspeó un poco— Sé que no estás bien, hermano. Y crees que no me doy cuenta, sé que aún no has superado del todo lo de Julia, sabes que sé bien en que estás metido con Lukas— me estremecí ante esto, porque no fui yo quien se lo contó—Y el hecho de tener que enterarme por otra persona, me hace darme cuenta que tienes miedo—concluyó.

Lo miré sin ningún tipo de emoción. No sabía que decirle.

—Niklas, sé que serías capaz de alejarte de todos con tal de no meternos en tus problemas. Pero no estás solo, entiéndelo de una buena vez— Mi hermano me hablaba en serio, se le veía tan maduro, siempre había sido más maduro para su edad, pero a veces parecía él el mayor y no yo.

Lo miré fijamente, estaba inmóvil.

—Sólo dices tonterías—reí— No le tengo miedo a Lukas, sólo no te lo dije porque lo olvidé y no quise darle mucha importancia— mentí.

Él se encogió de hombros y me miró indiferente. Negó con la cabeza un par de veces y bebió de nuevo un sorbo de su cerveza.

—Allá tú si te quieres engañar a ti mismo— dijo— Cambiando de tema, mañana es tu cumpleaños, ¿Qué haremos hoy?.

El tema que no quería tocar, porqué simplemente no quería hacer nada.

—Nada.

—¿Cómo que Nada? Son veinte años, hombre.

—No lo sé,Willi. No me apetece. Cenaremos en casa como cada año y listo.

—¿Y no celebraremos la víspera como siempre?— preguntó.

—No—respondí cortante.

—Deberías hablar con ella—comentó.

—Y tú deberías de ocuparte de tus propios asuntos— respondí. Bueno, había sido agresivo pero es que me estaba sacando de quicio.

—Lo hago. Yo sólo en tu lugar le daría por lo menos la oportunidad de explicarlo todo— musitó.

—Pues yo no soy así. Además no me tiene que explicar nada, no me interesa. Es su vida, no la mía y ella y yo no tenemos ningún tipo de relación.

—Cómo dije hace un momento : Allá tu si quieres engañarte a ti mismo— se encogió de hombros y encendió la televisión. Sin esperar una respuesta mía, tampoco es que la tuviera.

~•~

—Te dije que no quiero ir, chango— dije de nuevo. ¿Qué acaso no entendía o aceptaba un bendito "No quiero"?.

—Y yo te dije que vendrás — me desafió.

—Joder, Willi. Te pones intenso, eres detestable cuando lo haces— refunfuñé.