Flores para un demonio

Mi corazon es tuyo

Tamura pov

Solo a mi.

Solo a mi podía pasarme esto.

Solo yo me pongo de este modo con la persona que quiero.

Me abofeteó mentalmente cada que intentó hablarle. Siempre que intento hablarle a aquel bello ángel que me ayudó cuando lo necesite me ocurre lo mismo. Termino insultándolo y también tratándolo mal. Estoy mal, esto es malo. He estado pensando en formas más sutiles de hablar con él sin llegar a decir alguna brutalidad, pero siempre fallo en cosas cómo estás. Decidí el escribirle una carta junto con una Flores.

Sentado en el escritorio de mi recámara pienso en que podría escribir en la carta para las flores (que dicho sea de paso ya compre) me senté en el borde de la silla esperando que el cambio de posición me ayudara. Obviamente no pasó, para el final del día tendré que haber escrito esto porque es justo el momento donde él regresa de sus actividades del club y esta solo en en su habitación así que ese será el momento perfecto para entregarle las flores. Decidí anotar todo lo que se me viniese a la mente al pensar en el, omitiendo referencias sexuales por supuesto.

Termine por escribir algo así:

Yacchan.

Te escribo aquí lo que no puedo decirte en persona por qué soy torpe. ¿Recuerdas aquel día que me ayudaste? Pensé que eras un ángel que me había sido enviado desde el cielo para cuidar de mi estupido ser. Quiero decirte que me gustas pero no tengo la tranquilidad para decírtelo enserio. Me gustas y te quiero. Te quiero demasiado. Perdóname mis estupideces. Hermoso ángel. Solo quiero decirte que mi corazón y voluntad son tuyos para que hagas lo que te plazca con ellos

                                                            Att.: yo

Con eso ya escrito solo tenía que ir hacia su habitación y entregarle las flores. Espere a que fuera la hora y cuidadosamente salí de mi habitación. Comenzar a caminar con dirección a su dormitorio.

Me encuentro parado enfrente de su puerta, espero no despertarlo. Me debatí entre tocar su puerta o irme pero si me iba entonces probablemente explotare por tener todos estos sentimientos dentro de mi. Toqué la puerta y después de unos segundos me abrió la puerta el hermoso ángel rubio.

Yacchan pov

Escuche como alguien tocaba la puerta.

— ¿Quien mierdas está tocando a esta hora? — dije para mí mismo.

Me mire frente a mi espejo antes de abrir la puerta y puse mi mejor sonrisa fingida para poder abrir la puerta. Cuando la abrí mi sonrisa se esfumo por completo y no me importó en lo más mínimo.

— ¿Que? — enuncie con mi verdadera voz, una rasposa y demandante voz

— solo... ten.

Me entregó un gran ramo de flores bastante bonito y este tenía una nota. Leí la nota rápidamente y me llamo la atención una de las últimas oraciones. mi corazón y voluntad son tuyos para que hagas lo que te plazca con ellos. Esto podría ser interesante, me ayudará a cumplir mis fines. Una persona que me prefirió antes que a Yuu vale.

— así que... tu

— si

— Entiendes que yo no soy un ángel. Te tratare mal y si hay algo entre nosotros no te querré cerca frente a los otros. Aceptarías eso aceptarías que te use?

— son Flores para un ángel. Tu eres mi ángel, te quiero y haré lo que quieras que haga.

— pasa.

Me quite de la puerta dejándolo pasar. Pienso que si quiero estar con Tono-san más me vale que tener experiencia en cosas como tener a alguien que me quiera y quién mejor que este tipo para dármela. Además no estaría mal tener un esclavo para que me ayude con lo que necesito.

— Que bonito cuarto que tienes

— Gracias, ven siéntate. — hice una seña con la mano para que se sentará junto a mi.

Platicamos un tiempo y cada que podía iba acercándome más y más a el hasta que ya no me interesó. Lo bese y el me devolvió el beso, seguimos besándonos hasta que al idiota se le ocurrió meterme lengua. Esa acción suya provocó en mí una reacción nada extraña, se me erizó la piel y lo empuje fuertemente hacia un lado.

— ¡¿Que te piensas?! — le reclame mientras le daba un golpe algo fuerte en la cabeza

— y... yo pensé que...

— no, yo decido cuándo y qué cosas hacemos ¿entendiste? — él asintió — bien, eso es todo.

Se me quedó mirando como si no entendiera lo que le digo.

— que te largues necesito dormir.

— está bien, mi ángel.

Lo que no entiende es que yo no soy ningún ángel. Yo soy un demonio.

Esta novela no va a ser tan Kurdistán como la de Yuri y el acosador así que no esperen mucho amor por parte del Yacchan aún así tendrá sus momentos

Eso es todo.

Psycho