tranvía; mgc

Prólogo

—Así que...— Le escucho decir mientras recarga su espalda en el asiento. Intentando procesar todo lo que no fui capaz de explicarle en su momento— ¿Eres una chica?

Sólo puedo sentir con la cabeza.

Creí que era una buena idea y durante toda la semana me había mentalizado que saldría mejor que esto. Ni siquiera puedo pronunciar palabra alguna.

Veo como después de unos segundos, da un largo suspiro de lo que parece ser frustración. Estoy tan avergonzada que no tengo agallas para mirarle a los ojos.

—Realmente lo siento, creí que-

—Sólo me gustaría escuchar que es una mentira—Interrumpe con un tono de voz bajo, mientras me mira con un aire de tristeza enorme— Adiós, Thomas. O mejor dicho, Katelyn.

—¿No bajas en tres estaciones más?— Pregunto al borde del llanto intentando alargar la plática para poder explicar todo.

—No, sólo... No me busques más, por favor.

Debo admitir que oír esto último me dolió.

Y dolió como la puta madre. Sin embargo el observar cómo se bajaba del tranvía con su peculiar maletín entre las manos me dolió más.

Saber cómo la última vez que los ojos de los que había estado enamorada todos estos meses me miraron por última vez, reflejaban tanta tristeza y decepción al mismo tiempo. No volverían a verme con el mismo amor y cariño que solían hacer antes.

En ese instante, me di cuenta que la había cagado por completo.

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Escrita en Enero de 2017