Capítulo 1

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-Te voy a echar de menos -Irene abrazó a su novio y hundió la cabeza en su pecho-. Me hubiera gustado que vinieras. Es más, ¿por qué no te metes en la maleta y vienes conmigo?

-Tentador, muy tentador... Pero sería algo impropio de mí, no puedo hacer tal gamberrada. Créeme que lo siento, pero tendré que sufrir unos días de libertad, borracheras, fiesta y soltería. Todo un sacrificio...

Irene golpeó suavemente a su novio por encima del ombligo. Él se retorció. Sabía que era broma, no tenía la suficiente fuerza para hacerle daño, aunque tenía que admitir que a veces le gustaría tenerla.

Llevaba con Nicolás bastante tiempo. Empezaron a salir cuando estaban en 4º de ESO, aunque eran amigos desde la guardería, cuando se pelearon por subirse en el tobogán. Los maestros tuvieron que intervenir: ella le estiraba del pelo y él la mordía. Desde aquel día se volvieron inseparables.

Nico hacía bachillerato en otro instituto, por lo que no iba al mismo viaje de estudios que Irene.

-Sí, claro, sería impropio de ti hacer algo tan simple -rió ella.

Desde que se conocieron, fueron la pesadilla del colegio. Hicieron miles de travesuras, cada una peor que la anterior. Nico era todo un experto en planear trastadas.

Como respuesta, él guiñó un ojo y la besó. Aunque no lo admitiera, aquellos días iban a ser muy largos para él.

-Prométeme que no vas a estar todo el día enganchado a los videojuegos, que vas a estudiar un poco.

-Emmmmm -Nicolás miró hacia arriba, haciéndose el loco.

-Nico... -dijo Irene con cara de reproche.

-Vale, vale -contestó levantando las manos- te prometo que cogeré algún libro -ella estaba a punto de sonreír, cuando el chico  cambió a una expresión burlona-, aunque sea para cambiarlo de sitio.

Irene le sacó la lengua. En el fondo, echaría de menos aquellas bromas.

Se acercaban a su casa. Llegaba la hora de la despedida. Al día siguiente saldrían muy temprano, así que Nico no iría a despedirla.

Se abrazaron. Irene tenía los ojos llenos de lágrimas.

-Échame de menos o te mato -dijo con voz quebrada.

-Me lo pensaré -dijo Nico.

-Idiota.

Nico sonrió. Se acercó a su oreja y le susurró.

-No olvides que te quiero.

Le dio un beso en la frente y se dirigió a su casa.

Irene le vio alejarse desde su portal mientras una pequeña lágrima recorría su mejilla.





Infiel [Editando]Where stories live. Discover now