••••• se mueve! •••••

22 4 4
                                        

Narra Michael...

Odiaba que él me dijera Michael, sabia que había cometido un grave error pero de verdad me dolía y que decir de mi ojo y mejilla.

-yo lo siento, fui un bobo al dejar a Sabrina sola y trabajar siempre.- mire mis manos con enojo conmigo mismo.

-esta bien, Michael. Mientras hagas lo correcto ahora.

Asentí con tristeza y él se paro- voy a ayudar a buscar a Sabrina, continua llamando, alguien tiene que saber algo sobre ella.

Se fue y golpee la mesa con furia, todo esto era mi culpa. Me sentía impotente y sin fuerzas, quería correr por las calles gritando su nombre pero no podía, tome el celular de nuevo y continúe llamando a todas las personas posibles.

Narra Sabrina...

-muy bien bebé, esta va a ser nuestra cama por ahora, el tío Ramiro va a traer nuestras cosas mañana.

Me pare nuevamente y mire el colchón con un par de almohadas encima y varias frazadas. Era completamente triste la situación.

Me bañe y me acosté en la "cama" estaba tan cansada que apenas toque las almohadas me dormí.

Me desperté gracias a unos movimientos, mire hacia mi vientre y mi bebé se movía, fue la primera vez que se había movido y además tan claramente.

-hey bebé! Hay por Dios! Michae... -mire a mi alrededor buscándolo y recordé que no estaba en mi hogar. Me dolió pero mas me dolió que por mas estuviera en mi casa él no estaría junto a mi.- no importa...- volví mi rostro hacia mi vientre y lo acaricie- tranquilo bebé, -Sonreí por la forma en que se movía- sos igual a tu padre, igual de inquieto ojala no estés bailando ahí adentro.

Sonreí él también extrañaba a la familia pero otra cosa no podía hacer.

Comenzaron a llamar y fui corriendo (lo mas que mi vientre me permitía).

-hola!- grito y corrí a abrirle nuevamente.

-¿como estas, Rami?

-bien bien.- mire sobre su hombro y vi un camión de mudanzas- veo que ya viste el camión, te traje muchas cosas lindas.

-pero...

-si, si, la mayoría son tus cosas que busque de tu casa en Buenos Aires pero hay algunos regalitos para mi sobrino- acaricio mi pansa.- bueno- se estiro- a acomodar las cosas para tu nueva casa.

-gracias- bese su mejilla y varios hombres comenzaron a entrar las cosas. Me di cuenta de que habían mucha cosas para mi bebé y para mi que yo no tenia.

-no, no, no, vos te quedas quietita ahí y yo me voy a encargar de terminar de acomodar las cosas grandes.

-pero...- hice un puchero y él se río.

-no! No te comportes como una niña caprichosa, sos una mujer embarazada y grande.- me cruce de brazos y me senté mirando como acomodaba los muebles, la cama y la cunita.

Me acerque a ella y tome uno de los tantos peluches que Ramiro había traído para que mi niño jugara. Mire hacia atrás y vi como Ramiro empujaba la cama e insultaba por golpearse, sonreí y abrace uno de los grandes peluches. Todo estaría bien.

Dividida Entre 3Where stories live. Discover now