Capítulo 2

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Se encontraba sentada en una de las mesas del restaurante, ya eran las 12:12 y Peter no llegaba. Se mordió el labio, le sorprendió que él llegara tarde ya que Peter siempre fue puntual. Pensó en llamarlo, pero luego se negó y dejó el aparato sobre el mantel color crema. Vino un mesero diferente a preguntarle por lo que pediría pero ella negaba, que esperaba a alguien y se fue.

Suspiró y miró para su costado, reacciona al ver que la mesa se mueve un poco, alguien se había sentado.

Al mirar hacia adelante los ojos chocolate de Peter se cruzan con los de ella. Su cabello castaño estaba peinado y su traje de oficina lo hacía ver elegante. Llevaba un ramo de rosas en la mano derecha y una sonrisa en su rostro.

— Disculpa la demora Scar, es que salí tarde del trabajo y me fui a comprar estas para ti y tuve que elegir y el tráfico y...— Scarlett río ante las palabras de su pareja.

— No te preocupes Peter, sólo fueron doce minutos tarde. Ya dejate de pavadas.— Sonrió, ambos se pararon. Ella acomodó su corbata gris y le dio un fugaz beso en los labios, agarró el ramo de rosas y los puso a su lado.

Ambos se volvieron a sentar.

— Y, ¿qué te cuentas Scar?

— Bueno, pues. Anoche me llamó Topson y me dio un caso. Me tendré que ir a Seward, Alaska hasta que resuelva el caso y luego volver.— Peter bufó. A él nunca le gustó el trabajo de ella, ya que la mantenía algo lejos de él y no le agradaba la situación.

— Scarlett, no me gusta mucho que viajes, sabes que si viajas, estaremos distanciados y no es lo mismo sin ti. Yo no puedo seguir así.— La voz de Peter era de preocupación y Scarlett le pegó como una cachetada aquellas palabras.

— ¿Acaso me haces elegir entre tú y mi trabajo? Dime que no es eso Peter.— Hizo una pausa para poder respirar profundo y no explotar en aquel momento.- No me hagas elegir, no vas a querer que elija porque me quedó con mi trabajo y lo sabes.

—No te entiendo Scar, dices que me amas pero prefieres tu trabajo.— Dijo Peter con mala gana cruzándose de piernas.

Vino el mozo a tomar la orden y pidieron lasaña, de beber vino y de postre helado de tres bochas.

— Y tú dices que me amas pero me extorsionas para que deje mi trabajo, y eso no te lo permitiré.- Un silencio se generó entre ambos y Scarlett tenía que cambiar de tema o se iría en aquel instante.- Y, ¿cómo va todo en el trabajo? Se ve que tienes mucho.

Peter trabajaba de abogado y la mayor parte del tiempo estaba ocupado. Ellos se conocieron por un caso que realizó Scarlett y todas las pistas daba a uno de sus clientes, entonces se encontraron en el juicio. Peter la invitó a un bar y después se siguieron viendo, hasta que terminaron juntos.

— Si, la verdad que si. Es muy complicado y a veces no sabes qué hacer.— Después de aquellas palabras, agarró la copa y tomó un trago de vino.

Scarlett solo agachó la cabeza. Una brisa movió alguno de sus cabellos y Peter sonrió.

— Te ves hermosa.

— Gracias.— Sonrió.— Mañana me iré y bueno, quizás esta sea la última vez que nos veamos. Después de unos meses volveré.

— Mañana te dejaré en el aeropuerto, te llamaré todas las noches y cuando vuelvas te esperaré. No quiero tenerte más lejos de mí.— Acarició su mejilla derecho, ella beso su mano y se refregó despacio sobre esta.

— Te quiero tanto Peter.

— Y yo a ti linda.

Después de almorzar, Peter la dejó un su apartamento y ella sólo bufó al cerrar la puerta. Detestaba que Peter no entendiera que ella no iba a dejar su trabajo por él y eso era un tema de discusión continua, amaba a Peter y su trabajo. Pero que no la hiciera escoger, porque Peter quedaría fuera.

— Carajo.— Susurró para sus adentros.

Se encontraba en la ducha, el agua le caía y cada gota que tocaba su cuerpo, la relajaba. Se puso un jean claro, unos borcegos negros hasta la mitad de sus canillas, una musculosa negra y arriba un pulóver verde que se pegaba al cuerpo, dándole forma.

Su bolso ya estaba listo y su cartera también. Se sirvió una taza de café y se la tomó en un abrir y cerrar de ojos, se sirvió otra y mientras se la tomaba, el timbre sonó. Abrió y se encontró con Peter, quien llevaba unos jeans oscuros, unas Nike, una remera blanca y su campera de cuero. Llevaba su cabello castaño peinado y sus ojos chocolate brillaban por la falta de sueño, ninguna ojera o bolsa a la vista.

— Hola Pet.— Dijo Scarlett. Los brazos de Peter le abrazaron la cintura y ella abrazó su cuello, unieron labios y luego se dieron dos besos fugaces.

— ¿Cómo dormiste Scar?

— Bien, ¿y tú?— Se separaron y ella le sirvió café.

— Bien, algo nervioso. — Le entregó la taza y la miró con cara de duda.— Porque te extrañare demasiado.

— Y yo a ti, pero cuando vuelva, nos iremos a cenar y quizás haya algo, no se.

Scarlett y Peter no se han acostado desde que se conocieron. Han tenido varias oportunidades pero siempre decidieron dejar eso para cuando comiencen a vivir juntos que supuesta mente era el siguiente año.

— ¿Ah si? Entonces te esperaré impaciente.— Scarlett río.

— Tu y tu animal que llevas dentro me gustan.— Sonrió y se dieron un pico.

Subieron las maletas al Mini Cooper blanco y se fueron al aeropuerto.

Peter entrelazo sus manos con las de Scarlett y se la besó mientras conducía. Ella observaba la ventana y se dió cuenta lo mucho que extrañaría a Washington y más que nada porque Peter se quedaría aquí. Llegaron y él bajó su maleta. Se sentaron a esperar al megáfono del lugar.

— ¿Cómo está tu mamá Pet?— Preguntó mientras buscaba los pasajes en su bolso.

La mamá de Peter adoraba a Scarlett, le decía que era la correcta para él y que no la dejara ir, pero con su trabajo es complicado.

— Está bien, ahora se iba al Caribe con mi papá y mis hermanos. Mientras lo disfruten.

Peter tenía 4 hermanos menores, él era el mayor que tenía 28, el que le seguía tenía 16, después el de 14, luego el de 9 y el último tenía 5. Ellos querían mucho a Scarlett y algunos fines de semana, ella iba a comer a la casa de su familia.

— Ohhh Pet, te dejaré sólo.— Dijo haciendo un puchero, tenía los pasajes en la mano y los miraba con tristeza.

— Ohhh vamos Scar, tienes que disfrutarlo, además estaré bien. Sabes que yo me la pasó trabajando, voy al gimnasio y los fines de semana salgo con los muchachos. No estaré completamente solo. Además te llamaré para saber cómo estás y cuando vuelvas, quizás tendremos algún encuentro.— La abrazó y besó su mejilla, luego fue dejando un camino de besos hasta sus labios y los besó con ternura.— Te quiero Scar.

— Y yo a ti Peter.

— Pasajero del vuelo de las 4:30 a.m hacia Seward Alaska, por favor dirija se a la puerta B y presente los pasajes. Muchas gracias.

Ambos se dirigieron a la puerta B y antes de entregar los pasajes, Scar agarró su maleta y lo miró a Peter.

— Te quiero mucho.— Se acercó y se dieron dos besos.

— Y yo a ti, avísame cuando llegues.

— Si, no te preocupes.— Presentó los pasajes y se dirigió al avión.

My WeaknessWhere stories live. Discover now