NIKLAS I (Let me love you)

Capítulo 42: ¿Error?

—¡Claro! ¡Ahora recuerdo cuando lo mencionaste!—exclamé.

—Sí,sí,sí, cómo no y el trasero de Kim Kardashian es natural,claro—bromeó.

—¿Qué?—dije riendo. Y él me siguió.

—¿Qué es tan gracioso?— escuchamos decir a Melanie quien se sentaba en una de las sillas que estaba libre.

—Nada— respondí riendo—Sólo hablábamos del trasero de Kim Kardashian— Gregor volvió a soltar una carcajada y Melanie nos miró como si fueramos dos personas con problemas psicológicos.

—En fin— dijo mi amiga—¿Qué tienen para esta noche?

Oh no,ya iba a salir ella con una de sus fiestas a las cuales no tenía ganas de ir.

— Iré con papá a recoger a Dana y a su novio al aeropuerto y luego lo que ellos quieran— dije encogiendo los hombros.

—Me has dicho que Dana es muy alegre y muy fiestera. ¿cierto?— preguntó alegremente. Puse los ojos en blanco.

—Sí—respondí cortante.

—Vamos, deja esa cara, Salomé. Necesitas salir y divertirte y si ellos llegan casi en la noche, es mejor que les muestres algo divertido...— concluyó. Yo miré a Gregor en busca de apoyo pero este sólo me miraba mientras asentía.

—¡Ay no!— dije en su dirección— ¿Tú también?.

—Me parece que sería una buena idea para despejar la mente—dijo sonriente—Será divertido. Le diré a unos amigos que vayan y la pasaremos bien.

—Willi también vendrá—agregó Mel.

Los miré a los dos fastidiada, ¿Porqué siempre sentía que yo era la más aburrida de los tres? Solté un suspiro y asentí insegura.

—¿Dónde será?—pregunté.

—Les envío más tarde la dirección—dijo acelerada mientras tomaba su bolso—Tengo que irme de volada. Willi tiene una cita en el dentista y prometí acompañarlo.

Después de charlar un poco más con Gregor, caminé hacia la parada del autobús que se dirigía a mi casa. Gregor se ofreció a llevarme, pero mentí diciéndole que tenía que pasar primero por la librería y luego comprar algo de maquillaje, sabía que ninguno de los dos planes le llamaría la atención; sólo quería estar sola y pensar un poco más.

Quería a Niklas de vuelta, de eso no me cabía duda. Quería verlo, abrazarlo y decirle que quería estar con él sin que nada me importara, ni siquiera lo de Julia. Pero ¿No era muy pronto? Además no sabía cuando iba a estar de vuelta.

A la espera del autobús, saqué mi teléfono del celular y comencé a escribirle un mensaje a Niklas, lo necesitaba.

No sé que estés haciendo en este momento, pero yo no haga más que pensarte y extrañarte. Espero que entiendas lo que te quiero decir con esto ;).-Salomé.

Estaba apunto de enviarlo cuando escuché un voz algo conocida llamarme por mi nombre.

—¿Salomé?