Capítulo 3 [reescrito]

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Son las nueve de la mañana supongo o al menos eso marca una pantallita que creo que es un reloj, considero que es hora de levantarme asi que me dispongo a poner un pie fuera de esta cama pero cuando intento hacerlo me voy hasta el suelo que estaba muy abajo, solo grito un fuerte ¡¡Ay!!

-Clarisse -dice Charles- ¿que tienes? hablame ¿estas muerta?

No tengo ganas de verle la cara al príncipe tonto.

-No empieces -digo alejandolo de mi e intentando pararme pero luego sentandome- ¿porque tu cama esta en el cielo? Creo que me rompi algo.

Supongo que es excéntrico pero sus locuras me están causando dolor físico y emocional, no esperaba que un príncipe fuera así de raro, nos han enseñado cosas distintas de la realeza.

-Perdon, dejame revisarte -dice tomandome el tobillo e intentando explicarme lo que paso- mi cama es alta pero a la vez magnetica, es decir, madera que abajo tiene imanes, me parecio algo atractivo e innovador. No tiene nada que ver con las extravagancias que me rodean... Clarisse, creo que te has lastimado el tobillo.

-¡¡Genial!! -digo ironicamente- mi primer dia y ya me lastime algo.

-Calmate ¿quieres? -dice- no eres la primera ni la ultima a la que le pasa algo asi, bajaremos a desayunar con mis padres, supongo que usaras la misma ropa ya que no tienes alguna otra prenda, te llevare yo y de ahi supongo que iremos con algun curandero, doctor o que se yo.

-Eso me preocupa... tu no sabes ¿entiendes? -digo intentando no llorar- solo llevame a casa, quiero ir a casa, con mi mama, mi papa, Will y bigotes.

-Lo siento pero no puedes volver -dice- ¿quien es bigotes?

-Mi gato.

Charles cumple su parte, me lleva hasta el comedor aunque mientras vamos bajando siento como mi estomago se retuerce de nervios, se que ahora me tienen que soportar por eleccion de su hijo pero no quiero eso, yo quiero que me devuelvan a casa, al lugar donde pertenezco. Estamos en el comedor, me siento en la mesa y hay un plato sobre otro plato con varios cubiertos a los lados, el rey y la reina estan ahi siendo expectadores de todo lo que sucede pero hay muchas cosas que no entiendo como para hacerles una reverencia o ponerles atencion.

-¿Que es esto? -le digo a Charles en un susurro- no los conozco, no todos.

-Se supone que por educacion debes comer con esos pero no te preocupes -dice guiñandome el ojo- hoy haz lo que quieras.

Me dispongo a hacer lo que quiero, despues de todo yo tengo permiso ¿que no? los padres de Charles solo me observan como si no pudieran creer lo que estan viendo, en realidad como sin cubiertos porque quiero que me echen de ese lugar y me devuelvan a casa, sus padres observan y el tambien me observa pero tiene una pizca de ¿diversion?

-¿Termianste Clarisse? -dice Charles con una sonrisa- ahora vamos al doctor.

-Ya-ya termine -digo tartamudeando ¿doctor? no estoy muriendome- ¿y si mejor no vamos?

-Que le paso -dice el Rey dando un golpe a la mesa y yo sólo me sobresalto- exijo una respuesta Charles.

-Cariño -dice la Reina- estas asustando a nuestra invitada y no queremos eso ¿verdad? Toma asiento, de seguro esta bien, por favor, hay que esperarnos al postre si quiera.

Ella tiene razon, nos esperamos al postre y es delicioso, es como un pastel pero no con apariencia de uno y tiene una consistencia tremendamente deliciosa, es como una cosa indescriptible, comienzo a comer, muy rapido, termino casi en cuanto me lo sirven.

-¿Que te sucede con la comida? -dice Charles mirandome con un horror fingido- ¿acaso no comias?

-Si -digo justificandome- el problema es que en casa no hay cosas tan deliciosas, todo lo que comemos es viejo o procesado por las mismas fabricas locales asi que tiende a tener un sabor extraño.

La Reina solo me mira intentando darme el credito, supongo que ella sabe que es cierto, tambien viene de alla y negarlo seria incluso vergonzoso.

La ElegidaWhere stories live. Discover now