24 Y 25 DE DICIEMBRE

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Las navidades ya no son lo mismo.

Recuerdo que antes, en nochebuena nos reuníamos toda la familia y lo que solíamos hacer era hincharnos a neulas, turrones y polvorones, cantar villancicos, tocar la pandereta y crear melodías al son del sonido de la botella de vidrio de mi abuelo. Desde hace dos años que eso ya no es así. El año pasado sufrimos una pérdida a más de mil kilómetros, y mis abuelos tubieron que irse a Sevilla a apoyar a la família. Volvieron a mediados de enero, y desde aquel entonces la navidad dejó de tener sentido. Este año la nochebuena no ha significado nada. He estado con mi otra familia, pero no me llevo bien con ellos, no desprenden aquél espíritu navideño que tanto me gustaba, y que tanto lo echo de menos. El otro dia, me compré un libro de navidad en unos grandes almacenes, titulado "Tormenta de nieve y aroma de almendras", para ver si leyéndolo, volvía a recuperar aquellas ganas tremendas que siempre tenía de que volvieran estas épocas, año tras año, pero ya veo que no. Ahora solo me queda la noche de fin de año, en la que se acaba todo, y la noche de reyes, y espero que en alguna de estas dos fechas vuelvan a aparecer mis ganas de volver a abrazar la navidad, aunque creo que pido demasiado.

Solo espero que estés donde estés, sigas celebrando la navidad de la manera que lo hacías antes, tita, y que sigas haciendo aquellas natillas que tanto me encantaba comer cuando iba a visitarte a Sevilla.

Echo de menos el sur de España, y te echo de menos a ti.

ANDEN 10Where stories live. Discover now