Jolene [H.S]

3.0

—Hay comida en el microondas.—Digo, entrando a la cocina.

Él calienta la comida y sin querer, recuerdo el pasado.

Recuerdo a mí y a mi madre, entrando a nuestra casa. Habíamos comprado panecillos deliciosos. Subo con emoción y mi madre venía detrás de mí. Escuchamos ruidos extraños. Ella cubre su boca y dice que entre a mi habitación.

Ella grita.

"¿¡Como me pudieron hacer esto!?"

Recuerdo, a Wendy con una camiseta de papá, su camiseta favorita. A mamá llorando, a papá diciendo palabras.

Perra.

—Te perdiste—Se burla Harry.

No respondo. Y miro bien, sus labios. Sus ojos. Es guapo, realmente lo es.

—¿cuánto tiempo tienes con Wendy?—pregunto.

—Casi un año—Responde.

Tarareo y luego camino cerca de él.

—¿por qué Wendy no nos invitó a su boda?—Pregunto, cerca de él.

—Nunca mencionó a su hermana.—Dice él.

—Ella no nos quiere—Suspiro y me alejo.

—¿porqué, Jolene?—Pregunta.

Miro sus labios.

Quiero hacerlo.

—No lo sé. Pregúntale a ella. Cosas del pasado.—Me encojo de hombros.

—Jo...Jolene...—Murmura.

—¿qué sucede?—Pregunto, y él niega.

—Olvídalo—Responde y no puedo dejar de admirarle.

Quiero venganza, y quiero que él sea mi venganza.

Yo sabía.
Lo sabía condenadamente bien. Si yo quería tener a alguien, lo hacía. Tenía un encanto singular, ni siquiera sabía qué era, pero podía tener a cualquiera. Todas temían de mí, todas me odiaban.

—¿Crees que mamá y Wen tarden mucho?—Pregunto.

—No lo sé, ¿por qué?—Pregunta. Me encojo de hombros.

—Porque quería hacer cosas—Respondo. Come un pequeño bocado de lo que mamá había dejado para nosotros.

—¿quieres?—Niego en respuesta—¿Cosas?, ¿qué tipo de cosas?—Pregunta y suspiro.

—No lo sé, cosas—Balbuceo.

—Bueno. Voy a comer. ¿segura que no quieres?—Asiento.

—Sí. Fui a comer pizza mientras tú comprabas los regalos.—Explico.

—Sigo pensando que son pocos regalos—Admite.

Suelto un suspiro.

—Ya no estamos acostumbradas a lujos desde hace mucho tiempo. Vivíamos como princesas. Ahora... Ahora... No...—Me detengo en cuanto sé que estoy hablando de más.

—¿ahora no?, ¿por qué ya no?—Parecía interesado.

—Papá se fue a con una zorra. Prefirió una aventura que su familia. Que se pudra él y esa estúpida.—Maldigo cuando la imagen de la estúpida de Wendy aparece en mi mente.

—¿Conocías a la mujer?—Pregunta.

Río. Mi risa manchada de sarcasmo. Carente de humor.

—Como si fuese mi puta tía.—Respondo, bien furiosa.

Quería golpear cosas, quería gritar y llorar. Así que no me contuve. Comencé a llorar sin vergüenza, sin miedo a ser juzgada.

—Yo lo quería, Harry—Sollozo con las manos en mi rostro. Él me lleva a su cuerpo, y yo obedezco.

—Ven aquí cariño—Abraza mi cuerpo y peina mi cabello en el abrazo.

—Los odio tanto—Confieso.

—Odiar no es bueno, pequeña.—Regaña.

No quería protestar. Ya estaba llorando tanto que ni siquiera podía hablar.

Y es que no había llorado desde que papá nos dejó. Juré que no valía la pena para derramar lágrima alguna, pero ya no podía más.