Kapítulo uan

333 24 6
                                    


Narra Constanza:

Íbamos caminando por la Colón con la Claudita y de repente choqué con una weá y me caí de raja, miré  hacia al frente y me encontré con unos chorizos colgando...que parece que era una mano. La culiá a la que amo me ayudó a pararme y me
sacudí las pompas antes de agarrar a chuchá al aweonao que me botó.

—Ay weón –me subí el pantalón, como buena chilena –Oye estúpido me botaste idiota –puse una cara de macha antes de darme vuelta, pero cuando lo hice tuve que mirar para arriba, me encontré con un gil con el pelo rojo.

—Lorea por donde vai, maraca culia. –dijo el mismo mamerto con el que choqué.

—Oye oye baja las revoluciones, tonto culiao –acá la jueza claudia replicó –Mira que somos señoritas y un mamerto como tú no nos va a hablar así –esa es mi hermana.

—Baja el nivel de tu enfermes aweoneitor –dijo un gil con el pelo  hasta los tobillos, estaba entero rico parece, porque la maraca a mi lado quedó pega, pero después despaviló el moco.

—Y a vo quien chucha te pateó la jaula, baja la pichula que te corto la chasca weta culiao –atacó la princesa a mi izquierda, yo pa la verdad o había hablado porque el algodón de azúcar estaba muuuy dulce... ese color le queda per-fect.

—Oye fea re culiá no le hablí así a mi amigo que donde te pille te mando en cana zi –dijo un culiao más rucio que los pendejos de mi tía.

—Yaaa chistoso, con cuea te conoce Santa Isabel, nadie te va a pescar – dije enojada.

—Ey vo' estai en mi lista negra, aweona del puerto, te metí con el rucio te metí conmigo.

—Negro vo' feo maraco, estai más negro que la playa de noche weon –no soy racista soy realista que eh otra weá.

—Ya weon oh deja a éstas
minas, son re pesadas –dijo él rapunsel con el semblante serio-

—A ya, ya sé, está enoja' la guaguita-la Claudia estalló de la risa con mi comentario, ¿había mencionado que se reía como si la estuvieran matando y haciéndole coquillas al mismo tiempo?, como le dijeron una vez por ahí, es una hiena borracha –cambia el humor y relaja la cara, ten van a salir arruguitas –él estúpido me ignoró –mira ahí teni una –le puse el dedo... en el ojo.

—Suéltame loca –se alejó de mí y se escondió detrás del pelirrojo, uf...papi.

—Ya tranquilos todos –el moreno hizo su aparición nuevamente mientras se afinaba la garganta –hola nenas –dijo con una voz demasiado grave  para mi gusto y nos guiñó un ojo.

—Cacha, la caca habla –y de nuevo mi acompañante se cagó de la risa pero no sola, el pelirrojo rico igual se rió –¿Era chiste para ti acaso? –dije picada.

—Ya po, pésquenme, ¿me pueden dar su número? –dijo con una notable cara de afligido, pobrecito. 

—¿Para que quieres su número?, si son tan pencas que se sacan la chucha por no mirar hacia donde van –el pelirrojo me tiró los palos. A no, este quiere pelea.

Sinceramente el darle mi número a un desconocido no era un problema, ya lo había hecho antes. Pero que él pelirrojo haya cuestionado al negro ese, me incitó a darle mi number ah.
Si mi amiga no lo hacía, yo tampoco... Aunque pensándolo bien, no me importa. Luego de meditarlo un rato, poniendo mi súper cara de pensadora ah, lo decidí.

—Bueno ya, pero dame el celu, yo lo anoto –tomé el celular que me extendía el chico – Bueno tu Nokia.

El tipo del ladrillo, digo, Nokia se puso rojito... bueno, se puso moradito, porque para rojo no llega por lo negrito que es. Anoté mi teléfono en el suyo y hasta ahora no me había percatado que la Claudia anotaba su número en el celular del chasconcito ese. Saqué mi teléfono para que el negro curucho se pusiera con el número.

—Oye cariño –le dije al negrito ya entrando en confianza –Anota el tuyo –le pasé mi celfon ah.

— Mi nombre es Calum –dijo el moreno sonriendo.

Guat? qué es eso, ?un nombre¿. Me recuerda a la leche colun jeje.

— Yo soy Ashton – dijo el jóven chascón manos de tijera.

Otro más...

— Él es Luke –dijo Ashton apuntando al nene rubio. ¿¡Que no pueden tener nombres normales!? – Y el es Michael –apuntó al bebito bello que me botó hace rato, quien le hacía gestos para que se callara pero ya era muy tarde; Por cierto, era el único nombre decente –A chucha –se rió Ashton, la weá payaso asesino

— Ya jóvenes, me marcho –dijo el weon con nombre normal.

— ¿Aquí se baj...

— Cállate Luke, no te sale supéralo –lo interrumpió Michael.

Luego de ese suceso tan sucesoso los chicos se fueron y nosotras reanudamos nuestro camino.
Y como Arica es tan putamente chico, dimos 15 pasos y llegamos a nuestro destino. Las niñitas estaban esperándonos sentadas en el pasto... agh, pasto.

— Por fin llegaron weon, ya me iba a ir –dijo la Caro – Aparte estoy sudando como chancho la weá abril, otoño y hace más calor que la mierda, linda la cuestión –volvió a reclamar irritada.

— Es que tuvimos un poco de turbulencia en nuestro viaje ah –dijo la claudia tratando de alivianar el ambiente.

— Si de acá vi a la Cony sacarse la cresta –Se burló Laura –¿Qué pasó cielitos?.

Les conté todo lo que había pasado a las chicas, saltándome todas las veces que pasaba por mi cabeza que Michael estaba rico.

Estas niñas son nuestras amigas.
La caro, una mina loca, gritona, media gerontofilica, chiflada, despierta, ojos redondos, cara franca, cabello con forma indefinida y de piel blanquecina.
Por otro lado está Laura, una mina buena onda, pasiva pero severa cuando quiere, alegre, simpática, ojos medios verdosos, una boca con dientes bien lindis, cabello castaño y piel tostada.

En lo que charlábamos una persona toca mi hombro, me doy la vuelta, miro hacía arriba y veo a Calum sonriéndome a mi y a las chicas. Debo admitir que este chico es bastante guapo, a cualquier chica le volvería loca su sonrisa, sus blancos dientes perfectamente alineados resaltan su tez morena, haciéndolo lucir aún más rico de lo que es y esO HACe qUE QuiEra rapTArLo pArA coMÉrmeLo CoN LeCHe COndEnSaDA... basta Olson

— Hola de nuevo, disculpa molestarte pero necesito el nombre
de tu amiga y tuyo –habló el quemadito –¿Podrías dármelos?.

— Obvio –respondí en buena onda, mire a las chiquillas y moví mis cejas, la caro estaba poco menos babeando –Ella se llama Claudia y yo Constanza –dije apenas devolví mi vista hacía al chico –Calum, mira, Ella es Laura – apunté a la chica de tez bronceada –Y ella es la Caro –le indiqué a la chica que quedaba.

— Hola cabras, ¿cómo andan? –dijo saludando con un beso en la mejilla a mamerta uno y mamerta dos. mamerta dos, digo, la Caro, quedo loca –Bueno, me tengo que ir, ya saben como son de pesados esos weones –se dirigió a claudia y a mi –Nos hablamos.

Y con eso se fue, dejando a una de cuatro totalmente embobada.

— Cierra la boca que va a entrar un zancudo –Laura se burló de ella.

— Es mosca aweona' –ahora yo me burlé de ella, las demás se rieron de la desgracia de la mensa esa.

La tarde transcurrió en bromas, visitas a tiendas, caminatas por el parque, vitrineos en las distintas ferias para acabar en la casa de la Claudia je.

Pensé mucho igual, como un gil tan amargado puede llamarme tanto la atención; bueno, hay que admitir que yo si que soy arto weona para elegir a la "persona indicada", que más se puede esperar de eso.

Presiento que este es el comienzo de una historia muy bacán.
Y como dicen por ahí.
Si no se arriesga, no se vive.

—————

Este es el primer capítulo.
no es muy largo pero algo es algo.

cnstz:)

lorea, maraca culia ; 5sos chilensisWhere stories live. Discover now