Capitulo 6 - Primera clase

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Me di media vuelta, me tape hasta al cuello y volví a retomar el sueño, pero esta vez sin nadie diciéndome que no confié en las personas a mi alrededor.

El sonido de pasos y el peso de alguien acostándose en mi cama me despertaron, pero mis ojos no querían abrirse.

-Levántate dormilona-dijo la voz de Jason en mi oído mientras me acariciaba la cintura.

Su caricia me hizo estremecer y sentir una electricidad que recorría todo mi cuerpo.

-No-me queje-quiero seguir durmiendo.

-Si sigues durmiendo tendré que optar por medidas extremas-dijo seguido con una risita.

Eso me causaba intriga y algo de miedo, pero igual no abrí los ojos.

-¿Te me haces la difícil?-dijo arrodillándose en la cama atrás mío y comenzando a hacerme cosquillas.

-¡No!-dije entre carcajadas-Detente, por favor.

Pero le parecía gustar y no quería parar.

-¡Ya, ya, ya!-dije casi sin aire-Me desperté, me desperté.

Me di vuelta y lo mire a sus oscuros y hermosos ojos. Él sonreía sexi y satisfactoriamente.

-Vale-dije levantándome de la cama-¿Para que querías levantarme?

-Para ver tu sexi ropa interior-dijo mordiéndose el labio inferior.

Entonces me percate que solo tenía una camiseta que me llegaba hasta la mitad del culo y que se podía ver perfectamente mi lencería.

-Mierda-murmure mientras trataba de bajar la remera lo suficiente para que no me vea el culo y me metía en el baño.

Escuchaba sus risitas en mi habitación.

-Ahora-dije asomando la cabeza por la puerta-¿Por qué me querías levantada?

-Jessi-dijo con una sonrisa-hoy es viernes, tienes instituto.

-Oh-dije sintiéndome una tonta-que estúpida soy.

-Tus padres me dijeron que te levante-dijo con ojos picarones-porque sino vas a llegar tarde.

-Jason-dije-¿puedes irte para que me pueda preparar?

Sin muchas ganas asintió y salió de mi cuarto. Por mi parte, busque el uniforme que tenia hecho un bollo en el sillón y me lo puse, me peine, cepille los dientes y salí para el instituto.

Mientras iba caminando vi a Nicolás a lo lejos caminando con la cabeza gacha y me acorde de cómo lo había tratado la otra vez, asique corrí para ponerme a su lado.

-Nicolás-dije jadeando por la corrida

-¿Si?-pregunto sorprendido.

-Quería disculparme-dije avergonzada-no quise tratarte de ese modo el otro día, es solo que creí que me estabas haciendo una broma como todos los del curso.

-Está bien-dijo con una sonrisa-ayer fui a tu casa para explicarme mejor, pero no estabas, después te vi en el parque con una muchacho.

-Ah, sí-dije mas avergonzada aun- Jason.

¡Oh dios! ¡Jason! Le había “prometido” que me alejaría de Nicolás, pero él no está aquí, asique no tendría porque enterarse, ¿no?

-Jason-dijo con enfado-no me fio de él, te recomendaría no pasar demasiado tiempo con él.

Refunfuñe por lo bajo. ¿Otro más que me decía con quien estar y con quien no?

-Pero…-dije.

-Pero es tu vida y puedes hacer lo que te plazca-dijo con una sonrisa.

Acá hay gato encerrado. Por la forma en que me habla y se comporta diría que esta escondiéndome algo, y algo grande. Pero como apenas lo conozco no voy a poner mis manos al fuego.

Llegamos al instituto, nos saludamos con un gesto de manos y nos dirigimos a nuestros respectivos salones.

Las clases pasaron lenta y aburridamente. No tuve ninguna clase con Nicolás y no lo vi en los recesos. Es alguien de perfil bajo, justo como yo. No le gusta llamar la atención y se ve que no es de tener muchos amigos.

Cuando terminaron las clases, estaba volviendo a casa cuando un brazo salió de la oscuridad y me arrastro a un callejón oscuro. Grite y trate de zafarme del brazo, pero se me hacía imposible.

-Shh-dijo Nicolás molesto-¿quieres bajar la voz?

-Lo… lo siento-me disculpe avergonzada-No sabía que eras tú.

 -Está bien-dijo otra vez agarrándome del brazo con fuerza-ahora vamos.

-¿Qué?-pregunte sorprendida-¿Donde vamos?

-Primer día de entrenamiento tonta-dijo con una sonrisa.

Lo seguí hasta una casa en mal estado, parecía abandonada y te hacía sentir escalofríos. Era de dos pisos, las maderas estaban comidas por las terminas, además de que tenían una fina capa de musgo. En el pasado estaba pintada de un lindo color azul, pero ahora parecía negro.

-¿Qué es este lugar?-pregunte asustada.

-No lo sé bien-dijo con mucha seguridad-pero está abandonado, nos va a servir para practicar.

Su seguridad me daba miedo. No creo que este bien estar en este lugar.

-Bien-dijo calentándose las manos-¿Con que quieres empezar?

-No lo sé-dije-¿con lo básico?

-Claro-dijo con una sonrisa-me parece bien. 

Peligroso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora