El dulce sabor de la miel (Parte 14)

6 0 0
                                    

El vapor salía de la puerta y me quite la camiseta dejándola entendida encima de la cama;  Me sentía inquieto pensando en el cuerpo de Tatiana , y cómo controlar mis malditos nervios .

Me sente en la cama,  me volvía a levantar. . .

Como puede ser tan bella   y estar sola , pensaba. . ¡ Yo daría mi vida por ella !

Mientras me secaba pensaba,  no puedo tener mi ropa puesta  así que , meti mi tanguita  entre  mis piernas y me coloque el brasier de nuevo cuando me seque.

Coloque mi toalla  alrededor y la cogí con la esquina del extremo no era la ropa más idónea para estar frente a  Eugenio pero para una noche seria suficiente .

Salí de la habitación más relajada con esa agradable ducha. Pero  encontré a Eugenio sin camiseta tendido enmedio de la cama pensativo.

- ¡ Que ! ¿ Te sientes mejor ?

-. Sí claro..

- Entonces me toca...  me voy a la ducha. - Sin más Eugenio se metió en el baño cerró la puerta y escuche el agua caer.

Mire un rato el móvil,  mi Red social y mis llamadas , mientras me estaba recostando el sueño y el cansancio me pudieron,  me quede vencida encima de la cama. Sin pensar que no podría dormir estando  Eugenio cerca.

Cuando salí Tatiana estaba dormida encima de la cama envuelta en la toalla, tumbada boca bajo podías ver los tirantes de su brasier su espalda morena al contraste de la toalla blanca tapando media espalda hasta cubrir su culito prieto y un poco de muslo lo demás. . . Toda al descubierto agarraba la alhomada casi abrazandola con el pelo echado a un lado y una de sus piernas ligeramente flexionada la otra estiradada. . .

Era una chica super especial con su esa carita , de pestañas largas , espesas y  labios rosados .

No pretendía asustarla, ni ese momento alterar su sueño así que a regañadientes pensé. No sería bobo saldría de la habitación para traer algo de cena seria buena idea y más tarde regresaría, cogí mi ropa termine de vestirme y salí sin hacer mucho ruido.

Cuando desperté todo estaba  en silencio pero había un tremendo olor a comida en la habitación,  me había dormido sin importar donde estaba pensé Eugenio! Lo llamé :

-.¿Eugenio?  Estas ahí. .. e

- Dime estoy aquí

- . Me quedé dormida  , perdoname que hora es a todo esto es de noche!

- Si es tarde son las once y media .
Y no te preocupes nadie nos llamó parece ser que nadie nos hecha de menos Tati,  así que salí compre algo de cena ¿ Te apetece comida china ?

Mientras me incorporaba me tape con la colcha un poco las piernas,  ¿Ese es el olor que hay a comida?
Tengo sed.

- Tenemos agua y vino te apetece. .

-. Si por favor

Eugenio me sirvió un  vaso de agua y acomodo la cómoda cerca de mi  y acerco el sillón  donde el se encontraba.
Empezó a destapar taper de comida china y puso cubiertos de plástico y servilletas para mi .

Todo estaba muy bueno reí con las ocurrencias hacerca de la comida china. Eugenio no paraba de decir tonterías mientras cenabamos , que si la comida oriental no era de fiar pero como cocinaban. . .
Las especies orientales siempre me transtornaban un poco eran fuertes  para mi y el vino me relajó.
Empezamos hablar de la gente que nos rodeaba en el trabajo y me hiba enterando de cosas.
¿Así que Zacarias y Mateo te  conocen desde pequeño?

El dulce sabor de la miel  (Parte14)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora