Capítulo O3. "Aprovecha las oportunidades, no siempre se repiten"

228 6 4
                                    

Los rayos de sol, que entraban por la delicada separación de las cortinas, pegaron justamente en mis ojos, tardé cinco minutos en poder levantarme. La puerta, que se mantuvo cerrada desde ayer a la noche, se abrió y una figura apareció por ahí, era Sarah.

- ¡Hola dormilón! –Exclamó divertida- ¿Cómo amaneciste? 

- Hola Sarah –Mi voz sonaba ronca- Supongo que en la cama y ¿tú?

Rió levemente mientras tiraba su cabeza hacia atrás.

- Bien –Se acercó un poco- ¿A dónde fuiste ayer? 

- A caminar… por ahí, quería estar solo.

- Siempre quieres estar solo –Sentenció con la cabeza baja-.

- Necesito pensar en ella, en lo que puedo hacer para encontrarla.

- Y si… ¿Nunca la encuentras? 

- ¿Estas insinuando que no la encontraré? 

- No, no Michael, no es eso.

- Me refiero a que te ha costado mucho tiempo encontrarla… ¿Cómo sabes que es ella la que está aquí, en Philadelphia? 

- Estoy más que seguro que es ella.

- Decías lo mismo de todas las veces que intentaste encontrarla.

- ¿Por qué tan negativa conmigo?

- Mike, no soy negativa, soy realista.

- Entonces es cierto…

- ¿Qué cosa?

- El hecho de que pienses que no la encontrare nunca más .

- Michael, es que…

- Déjame solo, Sarah –Apreté mis manos formando un puño-

- ¡Escúchame tan solo una maldita vez en tu vida! –Gritó-

- Te dije que te fueras –Me calmé, no iba a gritarle-

- ¿Si no lo hago qué?

-- ¡Vete, por favor, Sarah! –La miré directamente a los con el ceño fruncido- 

- Eres tan testarudo… Ojalá que si la encuentras pueda soportarte, eres intolerable 

Dijo esto último y se fue como un rayo de mi habitación que, no estaba en las mejores condiciones: sucia, desordenada, anti-higiénica. Tres adjetivos perfectos para la descripción de la pieza. 

Necesitaba saber de ella, quería averiguar todo, acercarme, abrazarla pero si lo hiciera la primera vez que la vea; se asustaría y ahí sí que no tendría fe ni esperanza para pensar en volver a buscarla y sobre todo localizarla. 

Coloque la toalla alrededor de mi cintura, las gotas de agua se deslizaban por todo mi torso desnudo y mi rostro, mi cabello despeinado, por el mismo las gotas se seguían reproduciendo. Busqué algo que ponerme, estaba refrescando y quería volver a caminar. 

Veinte minutos después, cuando estaba totalmente sin ninguna gota de agua, tomé una chaqueta de jean y me dirigí escaleras abajo. Tomé un vaso de jugo que estaba en la nevera y, salí de la casa con apuro. 

Llevaba unos minutos caminando por la vereda que, por ahora, estaba vacía. Las almas no existían por ahí, además de la mía. 

Noté una cabellera castaña a lo lejos, el pelo de la chica se movía con lentitud a merced del viento que habitaba en la ciudad. Posó su mano por su cabello posándolo al lado derecho tapando su oreja, se agachó a cuclillas y tomó a un nene entre sus brazos, era Brandon. El no me reconoció porque estaba lejos de aquella escena, me acerqué despacio hacia allí, el niño a verme me saludó moviendo la mano, le sonreí, repetí su acción. 

A thousand years {Michael Clifford FF}. Cancelada.Where stories live. Discover now