capitulo 15

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Enrique abrió la puerta, alguien le hizo retroceder varios pasos al ser empujado.

- Oh vaya… que bonito ¿eh? –kevin le sonrió. Primero mirándolo a él, y luego pasando sus ojos por toda la anatomía de ___________. - ¿te la estás pasando bien?

- ¿Qué co.ño estás haciendo aquí? –enrique caminó hasta él, colocándose instintivamente delante de __________________.

- Solo vengo a decirte que yo ya cumplí con mi puta parte del trato. – lo miró a los ojos. Estaba tenso y sofocado. Tal vez buscaba respuestas. – pero veo que tú no moverás ni un solo dedo hasta que te la hayas tirado.

- Lárgate.

- ¿No te bastó con que la otra vez te dejaran molido? Vah… enrique no te hagas el hombre conmigo, que no te queda.

- ¡Que te largues!

- ¿Por ella? – le preguntó kevin, astuto, pues enrique no sabría que responder. La señaló con un dedo e intentó irse a pasos lentos hasta ______________, que se ocultaba detrás de enrique – que bonito culo tiene tu amiga…

- Si no te vas, no dejarás de llorar cuando te rompa los huevos, imbécil.

- Lindo ¿eh? Porque no se lo dices enrique, dile que al final vas a terminar enterrándola en el lugar más podrido de todo Francia…

A ______________ le entró un escalofrío. De alguna u otra manera empezaba a confiar mucho en enrique tanto…como para afirmar que no la tocaría, que no se atrevería a matarla.

- Es a ti a quién no voy a dudar en romperle la cara. –enrique lo empujó, el cuerpo de kevin se balanceó en su sitio, retrocediendo un par de pasos. – no te metas en mis problemas hijo de puta… - lo empujó de nuevo, esta vez más fuerte. Sus músculos estaban tensos. No soportaba que nadie le dijera lo que tenía que hacer. Que alguien le diera órdenes. Y lo peor…que lo dejaran mal parado en frente de una mujer, en este caso… de ________________. Kevin fue a dar a la pared con el siguiente empujón, ________________ optó por retroceder. - ¿me has escuchado? – le preguntó enrique, hablándole a kevin

- No me das miedo, hijo de puta.

- ¿Perdona? – lo pegó fuerte a la pared, dándole un golpe duro en el estómago. Kevin se quedó sin respiración, para luego volver a reaccionar. – será mejor que te vayas si no quieres terminar peor… ¿vale? – le preguntó. Kevin no le respondió, prefería guardar silencio, que a humillarse más. Enrique se le acercó al oído, lo cogió de las fronteras de su camiseta, levantándolo levemente. – no te metas con ella, ¿está claro? Te expliqué muy bien el primer día quien estaba a cargo de quien… - se le acercó al oído. – y ella es mía.

- Te está envenenando… lo único que lograra es que te metan a la cárcel, no seas tan imbécil…

- Yo sabré que hacer.

- Será tarde… - enrique lo bajó. El cuerpo de kevin volvió al suelo, ligeramente asfixiado. – cuando quieras cambiar de opinión… - kevin miró hacia atrás, donde ____________ aún seguía observándolos a los dos, sin escuchar nada. - ella ya te habrá cambiado para siempre

- Tu amigo…

- Espero no te haya asustado, es un cabrón…siempre ha sido así. –enrique abrió una lata de RedBull. _______________ no le quitaba los ojos de encima. Había escuchado poco, pero lo necesario como para tener ciertas dudas.

- No me ha asustado.

- Entonces espero no a verte asustado yo.

- ¿Te puedo hacer una pregunta? – sus bonitos ojos brillaron de repente. Enrique la miró… que bien se sentía perderse en su mirada.

- ¿Qué?

- ¿Qué más harás conmigo? – le preguntó _______________. Y en realidad era la pregunta que se había estado haciendo desde que había llegado ahí.

enrique arrugó la lata, tirándola al pequeño basurero de la cocina. Y es que… ni él mismo lo sabía.

- Te tendré aquí por un par de días más. – le dijo sin mirarla. No quería que ningún sentimiento estú.pido se pasara por él en ese momento.

- ¿Para qué? – le volvió a preguntar ella. Esta vez necesitaba saber más información, se puso de pie. - ¿vas a matarme, es eso?

- No digas tonterías.

- Dime la verdad… lo he escuchado de tu amigo…

- Te lo dije, es un ca.brón. –enrique intentó irse, ahora fue _____________ quién lo tomó de una mano antes de que él pudiera desaparecer.

- Dime. – le pidió ________________. Enrique bajó la mirada, la tibia piel de ______________ rozaba con la suya tan exquisitamente, le gustaba, le parecía tan sublime. Volvió a mirarla.

- Te he dicho que no… - susurró él. Ahora ligeramente tímido. Oh mierda. Odiaba con el alma sentirse de esa forma. Como si le costara hablar con ella.

- ¿Puedo saber por qué? - ________________ volvió a preguntar. Y quizá esa era la pregunta más absurda que los oídos de enrique habían escuchado. Su propia víctima preguntándole por que no la asesinaba.

- Que te de igual saberlo ¿vale? No te interesa _______________. Es problema mío. –enrique la soltó de las manos, intentando irse de nuevo.

- Pero quiero saberlo… - ________________ volvió a jalarlo, esta vez del brazo. Y a pesar de que él tenía la fuerza suficiente como para soltarse, no lo hizo. Sus fuerzas habían desaparecido en ese entonces.

- No quiero ir a la cárcel. No quiero problemas, solo quiero el dinero y te dejaré libre…

- ¿Solo por eso? - _______________ lo miró deseosa. Quería escuchar más. Tal vez un…’no te haría daño’ algo que le diera una pista, ¿una pista para qué? Ya ni siquiera ella misma sabía lo que quería.

- Sí _________________. – le respondió él. Y no diría más. – no quiero ni un jodido problema más en mi jodida vida. Ya son bastantes los que tengo.

- Perdón…

enrique se soltó esta vez, _____________ lo dejó ir.

- Y pronto yo también dejaré de ser un problema para ti… - le dijo él. Como siempre. Sintiéndose la mierda más repugnante del mundo. La persona más cruel. El problema más grande. Él y siempre él. Sin pensar que tal vez para ______________… y solo para _______________, él nunca había sido un problema. - pronto te dejaré libre.

secuestrada TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora