OBLIVIATE - |DRARRY|

Draco Malfoy & Harry Potter

— ¿A dónde iremos?

—Lo sabrás en un rato... — dijo Draco y jalo a Harry, llevándolo hasta la pista de baile.

Empezaron bailando lento, en un compás suave y delicado, mirándose a los ojos y en cuanto empezó el coro de la canción comenzaron a bailar más rápido, se miraban a los ojos, verde contra gris. Todos los miraban bailar, parecía como si solo ellos existieran, como si todo a su alrededor hubiese desaparecido.

Al terminar la canción todos aplaudieron y brindaron por los novios.

—Por el amor...— dijo Zabini. —La fuerza...

— ¡... más poderosa que existe!— respondieron los novios al unísono.

Al llegar las doce de la noche Harry y Draco se despidieron de los invitados y subieron al auto del rubio.

— ¿A dónde vamos?— pregunto Harry aflojando un poco la corbata.

—Al aeropuerto...— dijo Draco con voz tranquila.

— ¿¡Iremos en avión!?— preguntó  Harry, el jamás había viajado en avión.

—Será más rápido. — dijo Draco.

El rubio había conseguido que un amigo le prestara su jet privado y así poder viajar más cómodos.

— ¿Estás bien?— pregunto el rubio al ver a Harry un poco pálido. Estaban apuntó de despegar.

—Solo... Toma mi mano y no me sueltes. — dijo el moreno y entrelazo sus dedos con los de Draco.

—El vuelo será rápido, amor. Iremos a...— dijo Draco y se tapó la boca.

— ¿A dónde?— pregunto Harry y miro a Draco.

—Ahhh... Yo...— empezó a balbucear el rubio pero en ese momento el avión comenzó a avanzar para despegar.

Harry apretó la mano de Draco y cerró los ojos en el momento en el que estaba subiendo el avión.

—Es como ir en escoba...— dijo Harry después de un tiempo.

—O en la motocicleta de Hagrid. — comentó Draco y ambos rieron.

—Entonces... ¿A dónde me llevarás?— pregunto Harry mirando por la ventana y después al rubio.

—A la ciudad del amor...— susurro Draco y beso la mano de Harry.

— ¡Oh! ¿La ciudad de...?— empezó a decir Harry. — ¡Espera! ¿Me llevarás a París? — preguntó Harry emocionado.

—Así es. — respondió Draco y señaló la ventana. — Estamos justo encima de ella.

— ¡Por Merlín!— exclamó el moreno. —Todo es...

— ¿Hermoso?

—De hecho iba a decir borroso por qué mis lentes se han empañado... Pero también creo que es hermoso. — Draco soltó una risita.

Cuando llegaron al aeropuerto una limusina ya los esperaba.

— ¿La Bristol París?— pregunto Harry al ver el emblema de la limusina.

—Uno de los hoteles más lujosos de París. — dijo Draco muy orgullosos.

—No tenías que llevarme a un hotel súper lujoso, príncipe.

—Lo sé, pero Zabini hizo las reservaciones aquí.

—Claro... — respondió Harry y se subió al auto.

Viajaron alrededor de veinte minutos hasta llegar al hotel, en el transcurso del viaje pasaron cerca de la torre Eiffel, que a Harry le pareció hermosa.