Salí a dar una vuelta y avisé a Saúl de que no iría a cenar en Navidad y fui a ver a Pogba.

-Pogba, ¿estás en casa?-dije, ya que no me abría la puerta.

-Estoy detrás, jugando a basket.-gritó desde el otro lado

Cuando llegué lo vi hechando unas canastas.

-¡Lorraine! ¿Cómo estás?-dijo pasándome el balón

-¡Bien! Por cierto... ¡feliz nochebuena!-dije sonriendo

-¡Igualmente! ¿Y Antoine?

-Desaparecido.

-¿Y no estás preocupada?

-No, él ya es mayorcito

-Venga, sé que si que estás un poco preocupada.

-Un poquito, pero me da igual, solo somos amigos.

-¿Ya no te gusta?

-Si pero... no quiero cagarla otra vez confiando en él.

-Tranquila, seguro que al final puedes volver a confiar en él.

Asentí, jugamos un rato al baloncesto y luego me quedé a comer en casa de Pogba, ya que seguía sin tener notícias de Antoine.

Por la tarde volví al hotel, y me tumbé en la cama, aproveché para hablar con Mía, Biel y los chicos del equipo. Luego me heché una siesta, a las siete un mensaje me despertó.

Antoine: Que guapa estás durmiendo, por cierto a las nueve ve a la Torre Eiffel. Arreglate, ¿vale?

No le respondí, no sabía que poner. Abrí la maleta y no tenía nada que ponerme. Salí corriendo a la calle, y después de recorrer varias tiendas, por fin encontré un vestido precioso (imagen multimedia), me quedaba muy bien, entré y lo compré. Volé hacia el hotel, me duché y me sequé el pelo. Lo miré. Me lo ondulé y lo tire hacia un lado y me maquillé un poco. No me maquillaba mucho, pero las ocasiones especiales lo valían, ¿eso era una ocasión especial? Ni yo lo sabía.

Cogí un bolso, puse mi móvil y salí del hotel.

Cuando llegué a la Torre Eiffel, vi que estaba iluminada, era muy bonita. Me acerqué, pero no vi a Antoine.

Alguien me tocó el hombro.

-¿Eres Lorraine?

-Si... soy yo 

Un hombre de unos 30 años me estaba hablando.

-Acompáñame.

Le seguí hasta el ascensor y subimos arriba de la Torre Eiffel. Salí, pero el no lo hizo y bajó otra vez.

Cuando di la vuelta me encontré una zona con un árbol de Navidad, y a un Antoine sonriente y muy elegante.

-Bienvenida.-me dijo dándome un ramo de rosas.

Lo acepté.

-Antoine... ¿qué es todo esto?

-Nuestra cena de Navidad. 

Nos sentamos y el señor de antes puso mis rosas en un jarrón y trajo la comida. Durante la comida Antoine y yo reíamos y hablábamos. Había un ambiente muy divertido.

Cuando acabamos de comer, Antoine se fue.

Me levanté y miré la ciudad, era hermosa.

Después de diez minutos Antoine volvió... disfrazado de Papa Noél.

No podía parar de reír.

-¡Feliz Navidad!-dijo riendo-Toma

Me dió un paquetito pequeño con un lazo azul, lo abrí y dentro había una pulsera dorada que ponía: Siempre tuyo, A.

-¿Te gusta?-me dijo preocupado

-¡Me encanta!-fui a abrazarle pero el se movió y me besó.

-Vuelve a ser mi novia, Lorraine, por favor.

-Antoine...

-Lorraine, la cagué, lo sé soy un idiota, pero un idiota que te quiere y que necesita que vuelvas a su lado.

-No quiero más engaños, Antoine.

-No va a haber más engaños, no más Erika. Solo nosotros dos.

-Vale, Antoine, si quiero volver a ser tu novia.

-Menos mal, no soportaba que fueramos más amigos.-dijo riendo

Me puse la pulsera y Antoine me besó, nos separamos por falta de oxígeno.

Nos acercamos a la barandilla y admiramos la ciudad. 

-El día 30 iremos a Macon, a pasar el fin de año con mi família.

-¡Me parece estupendo!-dije sonriendo-Nunca he estado allí.

-Veo que te gusta viajar, ¿eh?

-Me encanta.

Un rato más tarde volvimos al hotel, no sin antes despedirnos de Alan, el señor que nos había servido.

Media hora más tarde estábamos los dos abrazados en la cama mirando una película, y, aunque me dé vergüenza admitirlo, estábamos viendo los Buddies en la Navidad.

Cuando acabamos de ver la película eran las 23:59, esperamos hablando un minuto y cuando vimos que ya eran las doce:

-Feliz Navidad, Lorraine.

-Feliz Navidad, Antoine.

Nos besamos y me dormí mientras Antoine me acariciaba el pelo, hechaba de menos eso, la verdad.

Era Navidad, y estaba a su lado.

Solo esperaba que nada se torciera.

Periodismo| Antoine GriezmannDonde viven las historias. Descúbrelo ahora