Destrózame el corazón

Único Capítulo

Este cuento pertenece al cuentario "Mi imaginación infantil" creado por mí.

No se burlen del nombre :'v

Si logré publicar esto, muy pronto verán "Un arcoíris para sonreír" un cuento que aún no termino de escribir T-T.

¡Espero que les guste! Siempre he querido escribir algo así.

Querías engañarme, cariño. Creyendo que no sabía a la perfección de tus infidelidades con otras mujeres, hasta hombres.

No me haz conocido aún, cariño. ¿Psicópata? Oh, que buen chiste. Solo me gusta la justicia, después de todo estudio derecho.

En estos momentos estoy tocando tu puerta desesperadamente, sabiendo que no hay ningún amante en tu casa ahora y que los vecinos a los que les agradas están de vacaciones,  y noto que me abres enojado observando mi desesperación.

- Julieta, ¿por qué tanto desespero para que te abra la puerta? - preguntas enojado, cruzado de brazos. Rio con maldad por tu enojo, apretando mis puños.

Notaste mi risa maliciosa inmediatamente, retrocedes y preguntas: "Julieta, ¿estás bien?"

Haz retrocedido lo suficiente para que yo pueda entrar y cerrar la puerta, acción que hago. Estás asustado, tus ojos y tus labios te delatan.

- Estoy bien, mi Romeo, con todas las infidelidades cometidas por ti.- digo, suspiro tranquilamente y coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja.

Quieres contrarrestar lo dicho porque ya sabes lo que se acerca, me gusta que seas listo, sin embargo te detienes al ver que he agarrado la cuchilla que hay en el bolsillo de mi pantalón.

- No me puedes engañar, mi Romeo. Sé todo.- digo, caminas hacía atrás todo lo posible en tu pequeño y asqueroso departamento hasta llegar al sillón donde caes sentado.

Quieres llorar, lo sé, eres frágil como un cristal. Madura, marica.- Yo, mi Julieta...puedo explicarte.- tartamudeas, mientras me acerco cuidadosamente a ti, contando mis pasos. Tus ojos ya están derramando lágrimas que me están llamando para que me ría incontrolablemente.

- Mi Romeo, ¿unas palabras antes de destrozarte el corazón como me lo hiciste a mí? - te pregunto con ternura, limpio tus lágrimas aun con tus vanos y débiles esfuerzos de detenerme.

Veo tus esfuerzos por tratar de pronunciar una palabra, sé perfectamente que buscas defenderte por palabras porque lo físico no ayudaría nada, ya que soy una mujer y te traería consecuencias, después de todo, el mundo te odia y me ama a mí.

- Sí, mi Julieta.- veo que tragas fuertemente, oh cariño, quizás las palabras te asesinen.-Destroza mi corazón. ¿Ese es tu deseo, cariño? Bien. Tienes todo el derecho de apuñalarme, de matarme. Solo recuerda que después de esto la culpa invadirá tu ser y que tendrás el mismo final que los asesinos de cuentos que amas.- pronuncias bien, sin titubear. Me sorprendo por tu buenas palabras, un discurso que grabaré por siempre en mi memoria.

Me miras orgulloso por lo que haz sido capaz de decir con el terror invadiendo tu ser, yo te sonrío y paso la cuchilla por tu mejilla derecha.

- Mi Romeo, dulce Romeo, hazme el favor de pararte y caminar hacía la puerta. No huyas, no corras a ninguna habitación, porque no sabes que tortura más psicópata te esperará. Si piensas en saltar, mueres, no hay salida. Tú mismo creaste tu laberinto.- enuncio sonriendo, planeando no dejar ninguna huella.

Veo como te levantas y caminas hacía la puerta suspirando fuertemente, hay un poco de sangre en tus mejillas y no puedes parar de llorar.

- Nunca te amé, Julieta.- escupes, aprieto mis puños fuertemente. Apunto la cuchilla a mi objetivo y muerdo mi labio de satisfacción.

- Las mejores personas están locas, mi Romeo.- digo y tiró la cuchilla. Da justo en el blanco, veo como caes al suelo lentamente, sonrío con locura y saco otra cuchilla de mi bolsillo.

Estás convulsionando, te veo desde mi lugar y lanzó otra cuchilla directamente a tu cara. Creo que realmente te destroce, ¡ups!

Volteó mi vista hacía el sillón y luego observo a la ventana abierta de la sala del pequeño departamento, todo ya ha ocurrido como lo planeé.

Ahora es tiempo de limpiar cada detalle de tu asesinato, mi Romeo.

Tú no tuviste piedad en romper mi corazón, yo tampoco. La única diferencia en todo esto es que tu corazón, no tiene huellas. 

Porque yo las limpiaré todas.

Al final creo que me quedó horrible :'v