Primer Amor

La niña de ojos hermosos

Así es como Julio conoció a Ema, así pasaba sus tardes hablando con ella, conociendo más a esa chica sumamente hermosa, en ese entonces Julio tenía 17 años y para la sorpresa de él, Ema tenía 14 años, solo esperaba el momento para salir de la escuela, llegar a casa y hablar con esa hermosa chica.

No paraba de hablar con ella, al parecer ella también le gustaba aquel chico, no paso mucho tiempo para acordar el día en que por fin se conocerían, él estaba muy emocionado. Le contó todo a su mejor amigo, Gustavo sabía cómo se encontraba Julio, sabía qué hace poco había terminado su última relación y había sido un poco duro para Julio, así que le animaba ver tan feliz a su amigo. Gustavo le prometió a Julio ir con él para conocer a la chica de la que Julio tanto hablaba.

Julio acordó con Ema el día que por fin ambos se conocerían, fue un viernes, quedaron de verse en un parque a las 2:30 después de salir ambos de sus respectivas clases, Julio salió emocionado de la escuela, se moría de ansias y a la vez de nervios, estaba a punto de conocer a la chica de aquella foto. Gustavo iba con él, caminaron hacia el parque, ella venía escoltada por sus amigas, cuando la vio inmediatamente la reconoció, Gustavo y las amigas de ella desaparecieron para que ambos pudieran hablar, cuando él la miro a los ojos se dio cuenta que sus ojos eran aún más hermoso en persona, se dio cuenta de que jamás había visto unos ojos tan hermosos como aquellos.

-Hola -dijo tímidamente.

-Hola -respondió ella.

-Eres más hermosa en persona.

-Gracias -dijo ella, mientras sus mejillas se ruborizaban.

Hablaron un poco sobre cosas sin interés, para Julio la platica fue lo de menos, él solo veía aquel rostro hermoso, esos ojos que reflejaban un brillo espectacular y sabía que tenía que pedirle a Ema que fuera su novia, sabía que tenía que hacerlo.
Julio se armó de valor y con una voz temblorosa le dijo:

-Desde el día que mire tus ojos en aquella foto tuya, no he parado de pensar en ti, no puedo concentrarme en clases, no dejo de imaginarme a mi tomado de tu mano, y sé que si no te hago esta pregunta ahora me arrepentiré el resto de mi vida –Seguidamente y un poco dudoso Julio lanzo su pregunta -¿Quieres ser mi novia?

Ella menos tímida y más confiada respondió:

-Sí, sí quiero.

Él solo la miro a los ojos, la abrazo por un breve instante y sin más titubeos la besó, en ese mismo instante sintió como el tiempo se detenía, como el mundo se frenaba y con ese primer beso sabía que no quería volver a tocar otros labios que no fueran los de ella.