Día en el parque

Start from the beginning
                                    

«Emma, creo que podrías fácilmente dedicarte a ser payaso, das el perfil» dijo ella secándose una lágrima en el lateral de un ojo, y yo gruñí

«Muy, muy divertido, Gina»

«Divertido lo es un rato»

«Venga, inténtalo, si te crees capaz de hacerlo mejor»

«De todas maneras creo que peor no se podría hacer» me respondió mientras se levantaba «mira bien cómo se hace»

Sin incluso tomar carrerilla, Regina colocó sus dos manos por encima de su cabeza antes de impulsarse sin ningún problema, haciendo una voltereta perfecta, cosa que tampoco me sorprendió mucho, ella siempre era perfecta en todo lo que hacía.

«¿Hay algo que no sepas hacer?» pregunté seria a la morena que me sonrió ligeramente antes de responder

«Según cierta rubia que conocemos no sé divertirme»

«Puede ser que esa rubia tenga que reconsiderar su opinión sobre ese asunto»

«Es lo que esperaba» sonrió Regina antes de girarse hacia Henry «al final creo que seré yo quien te ayude»

«Yo también lo creo» aprobó el pequeño levantándose «así que, ¿qué tengo que hacer?»

Sin poner atención a las explicaciones de Regina, volví a echarme en el mantel, cerré los ojos y me quedé dormida.

«Emma» susurró una voz encima de mí haciéndome refunfuñar, lo que hizo que se escuchara una risa maravillosa que no tuve ningún problema en reconocer, Regina.

Al abrir los ojos, me encontré su rostro a treinta centímetros del mío.

«¿Me he quedado dormida?» pregunté frotándome los ojos antes de clavar mi mirada en la de la morena encima de mí

«Os habéis quedado dormidos, y yo he aprovechado para sacarte una foto mientras dormías»

«¡Eh, no es justo!» exclamé yo «tú tienes dos fotos, y solo una»

«¿Vas a refunfuñar, querida?» me preguntó con una ligera sonrisa irónica en el rostro que hizo que le sacara la lengua, y rio mucho más «¿y después soy yo la niña?»

«Simple ojo por ojo» repliqué yo «¿he dormido mucho tiempo?»

«Un poco más de dos horas, te has perdido la primera voltereta perfecta de Henry»

«¿De verdad?» pregunté incorporándome y encontrar a Henry haciendo sus volteretas una detrás de otra me hizo sonreír. Se tuvo que dar cuenta de que me había despertado porque exclamó al mirarme.

«¿Has visto, mamá? Lo he conseguido» hacía tiempo que no me llamaba así, al ver mi sorpresa, Regina me respondió después de que yo elevara mis pulgares para mostrarle que lo había visto.

«Me ha preguntado si a mí me molestaría que te llamara también mamá»

«¿Y a ti no te importa?» dije yo aún más sorprendida

«De un tiempo a esta parte me has demostrado que eres digna de ser su madre y no solo durante los buenos momentos, eres capaz de ponerle límites y además...Tengo la sensación de que estos últimos días lo he vuelto a reencontrar un poco, de no ser una extraña para él y eso visiblemente te lo debo a ti, así que si desea llamarte mamá también, muy bien, puedo adaptarme» dijo ella, mientras miraba sus pies, cosa que me emocionó y me hizo sonreír, acababa de autorizarme para que considerase a Henry como mi hijo, nuestro hijo. No pude contenerme y la tomé en mis brazos, emocionada...

«Gracias» murmuré sintiendo cómo mis ojos se humedecían «no te imaginas lo que esto significa para mí...»

La sentí vacilante, pero ella estrechó sus brazos alrededor de mi cintura.

El diarioWhere stories live. Discover now