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Hola bombones de cereza... ha sido un laaaargo tiempo, sin embargo, estoy tratando de actualizar un poco hoy. En fin, gracias por leer.

(PD: si tú, mi mejor amigo en el mundo, estás leyendo esto... sal, tienes prohibido leer esta historia XD, todas mis demás lectoras pueden proseguir ;) )

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El clima no era bueno, una tormenta les había bloqueado el camino, además de que ya comenzaba a oscurecer y el camino aún era largo. Abrir un portal directo a su destino debió ser los más prudente, sin embargo, por alguna razón, les había sido imposible teletransportarse. 

—En verdad— Eric masculla con fastidio. Dado al éxito obtenido en la misión anterior, el escocés había sido encomendado nuevamente a trabajar con Grell. 

—Estoy cansado— se quejó el pelirrojo.

—Es tu culpa por traer esos estúpidos zapatos altos— le reprocha el mayor. Quien en verdad estaba cansado era él,  pues es quien va cargando todo el equipaje, equipaje que en su mayoría le pertenecía a la muerte escarlata. 

Grell por ser una "dama" no podía cargar cosas pesadas. Grell hizo caso omiso al comentario de su colega y siguió avanzando.

 El viento soplaa con gran fuerza, provocando un sonido aterrador al colarse entre las ramas viejas de los altos árboles.

—¡Maldición!— gritó el pelirrojo cuando las gruesas gotas de lluvia comenzaron a golpear su rostro, al principio fueron unas cuantas pero enseguida el monzón se soltó, empapandolos. Ambos hombres corrieron, sin rumbo fijo, lo único que querían era encontrar un refugio, al menos por esta noche.

...

—Pobrecita—arrulló una anciana regordeta mientras enjugaba los largos mechones del pelirrojo. Normalmente Grell no le permite a nadie el tocar su cabello, sin embargo, esta mujer se había portado tan gentil al brindarles cobijo esta noche además de que se refería a Grell como "ella". —Es una suerte que mi esposo los encontrara esta noche muchachos.

—¿Quién diría que encontraríamos una casa en medio del bosque?— dijo Eric mientras le daba un sorbo a su té.

—Y díganme, ¿a dónde se dirigían a estas horas?— cuestionó la curiosa mujer.

—Negocios, él y yo estamos en un viaje de negocios— responde cortante el rubio.

—¿Él?— murmura el esposo de la mujer y frunce el ceño, de inmediato Grell aprieta con fuerza la pierna de Eric, clavándole las uñas, no es que le tema a los mortales, pero estaba muy cansado como para armar un escándalo y seguramente William se pondría furioso.

—Oh, entonces, ¿no son esposos?

—¡Mi esposa!— Eric escupe el té, al sentir las garras del carmín, la mujer les mira bastante confundida.

—Bueno, "ella dijo que eran esposos"— reprochó la mujer.

—¡Claro!— exclamó Eric.

—Dijo él... — respondió el anciano.

—No. Grell, quise decir Grell, su nombre es Grell, ¿no es así cariño?— Eric abrazó con fuerza al pelirrojo, el pelirrojo sonrió falsamente y volvió a enterrar sus largas uñas en el muslo del escocés. Ambos ancianos sonrieron nuevamente.

—No deberías inmiscuir a tu mujer en tu trabajo, el lugar de las mujeres es en su casa con los hijos— exclamó el hombre mayor. Ante la mención de hijos, Grell agachó la mirada.

—Bueno, somos recién casados, no queremos separarnos ni un momento— mintió Eric y tomó la mano de Grell afectuosamente.

—Oh, el amor~— dijo la mujer con ensoñación.

—Será mejor dejarlos descansar, les mostraré su habitación, mañana temprano tenemos todo un itinerario, primero trabajamos y después almorzamos — explicó el hombre.

— Gracias, pero nos marcharemos en cuanto amanezca, no podemos atrasarnos por mucho — de inmediato habla Eric.

—Eso suena grandioso, pero esta tormenta no cesará, por lo menos en 3 días, aseguró nevará, así que tampoco encontrarán  transporte— se burló el hombre.

—Estoy cansada Eric, vamos a dormir— ordena Grell quien se adelanta con la anciana en busca de una recamara.

...

— Oh cariño, es una lástima que sólo uses ropa de hombre, las mujeres deben llevar vestido — comenta la mujer mientras desempaca las prendas del pelirroj, para mostrarle donde guardar su equipaje. 

—Es una tragedia, sin embargo, nuestro trabajo nos lo exige — Grell explica en tono dramático.

—Pobrecita— le consuela, Grell era muy feliz al recibir tantas atenciones por parte de aquella mujer mayor.—Pero, ¿qué clase de trabajo es ese?

—Oh, bueno. Es algo difícil de explicar— Grell estaba a punto de inventar toda una historia, cual buena actriz, la improvisación era muy importante, lástima que Eric entró a la alcoba interrumpiendo su monólogo.

...

—Casi lo arruinas todo— Grell le reprocha a Slingby, la mujer finalmente les ha dejado solos, ya podían dejar de actuar.

— Bueno, yo no comencé esa tontería del matrimonio.

—Creeme, eres la última persona en la que pensaría para contraer matrimonio— gritó el carmín.

—Por favor, ¿quién querría casarse con una cosa como tú— Eric escupió con veneno. Grell apretó los puños con rabia.

—Sí que eres idiota Eric, son ancianos, son prejuiciosos, no quiero arruinar esta misión y que Will se moleste.

—Como sea, disfruta de tu mentira, Roja. Esto es lo más cerca que estarás de tu sueño de jugar a la familia feliz.

—William...— Grell está trabado de coraje, la ira recorre sus venas. —¡William me ama!— grita.

—William, maldito Spears— escupe Eric quien se despoja de su ropa y se lanza a la cama, ocupando prácticamente todo el espacio Grell le mira molesto, colocando sus manos en las caderas.

—¡Eres un grosero!, se más caballeroso y muévete,  yo dormiré en la cama.

—¿Qué ocurre cariño, no dormirás con tu esposo?— se burla Eric  quien le hace una seña con la mano para que se acueste a su lado.

—Idiota— masculló Grell quien entró al baño con la intención de cambiarse de ropa.

—Sí que eres ridículo Grell, no tienes nada que no haya visto antes, debajo de los pantalones tenemos lo mismo...

—¡Cállate!— gritó el pelirrojo quien se tomó su tiempo  en el baño. Al salir, el pelirrojo llevaba puesta una mascarilla en la cara, cuando Eric lo vio, no pudo evitar soltar una carcajada, obviamente se ganó un golpe en la cabeza por parte de Grell.

...

Y era muy entrada la noche, cuando finalmente ambos hombres habían conciliado el sueño, pero algo despertó a Eric, el carmín se movía demasiado además de que temblaba, y es que en esa diminuta cama y Eric siendo mucho más grande que Grell, no había demasiado espacio para dormir a sus anchas.

—Grell, deja de moverte— murmuró soñoliento.

—Tengo frío— fue la respuesta.

—¿Sabes?, he oído que para conservar el calor, es mejor dormir desnudos—explicó Eric. De inmediato, el pelirrojo le expulsó de la cama, de una patada y se envolvió en las cobijas. Slingby no pudo evitar reír, aunque ciertamente el golpe le irritó un poco. El rubio se puso de pie y miró por la ventana, efectivamente, como había predicho el viejo, estaba nevando.

—Será una larga noche— murmuró el escocés.







SANGRE & WHISKY (GRELLIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora