¿Ser lesbiana es tan malo?

Llego el día.

Llego el día de conocerla, recuerdo estar tan nerviosa que mis manos no dejaban de temblar.

Alexa me había invitado a pasar un día en su casa, sería algo relajado un poco de música y videojuegos ya que a ambas nos encantaba eso. Al llegar a  casa pusimos un poco de música y empezamos a comentar cosas que ya habíamos hablado antes, mencionó algunas cosas físicas que observaba en mi entre ellas el ruborizarme cada vez que me hacía un cumplido o estaba cerca de mi, yo traté de negar mis nervios pero esto era inevitable pues notaba mis mejillas color salmón .

Algunos segundos después continuó en el radio una de sus canciones favoritas haciéndome poner de pie y rodear mis manos a su cuello, ella me tomo por la cintura y comenzamos un baile lento. De inmediato mis nervios se hicieron notar ya que no podía decir una sola oración sin tartamudear.

-Estás nerviosa- dijo mientras se acercaba un poco a mi.

- No, es solo que...- me interrumpió con un beso .

Sonreí tímidamente y seguí bailando con ella, aunque no pareciera que me hubiese encantado, así fue.
Había sido uno de los más hermosos momentos que había tenido con alguien y eso sin contar que nunca había tenido una cita.

Después de un par de minutos bailando y platicando de nosotras me acompaño a tomar el transporte.

Cuando me detengo a pensar en su sonrisa, sus ojos viéndome fijamente, sus besos lentos y tan dulces me pierdo por completo en mil y un pensamientos. Al principio no creí que fuera algo serio, no creí estar demasiado interesada por ella, ya saben el llegar a decir que me enamoraría de ella y esa clase de cosas... pero después de esos besos y ese baile ella no salía de mis pensamientos , a decir verdad aún no lo hace...