NIKLAS I (Let me love you)

Capítulo 20: Tú mereces algo mucho mejor

—Yo no sabía que tu lo hacías...me he enterado hoy— confesé.

—Creo que cuando algunas personas me ven o me escuchan hablar, no pueden imaginarse que alguien con una personalidad tan jodida como la mía sea capaz de estudiar una carrera que tenga que ver con estar en contacto directo con las personas—comentó—pero me gusta lo que hago.

—Yo soy una de esas personas que pensó eso— dije sinceramente.

Nos detuvimos y él señaló un banquillo que estaba en la calle. Asentí.

—Lo sé—dijo finalmente— Sé qué piensas que tengo una persolidad de mierda— dijo mirándome fijamente.

—Nunca he dicho eso— respondí— solo dije que tampoco te imaginé precisamente estudiando medicina.

—¿Entonces no lo piensas?— preguntó.

— ¿Pensar qué?.

— Qué mi forma de ser es una mierda.

— Sí lo fueras no tendrías los amigos que tienes. Son excelentes personas–respondí. Él sonrió y asintió.

Volvimos a callar. Yo empecé a jugar con mi pie, moviéndolo de un lado a otro.

—¿Estás nerviosa?— preguntó al verme mover el pie.

— ¿Debería estarlo? — pregunté.

— No lo sé. ¿Porqué tienes la mala costumbre de contestar siempre con una pregunta? — dijo formando una curva con los labios indicando una sonrisa. Yo también sonreí.

— ¿Yo? ¿Estás seguro? —pregunté bromeando.

— Lo estás haciendo justo ahora— dijo levantando una ceja y curvando aún más sus labios.

—Sólo bromeo— respondí

Miró de nuevo hacia el frente y no hacia mí—pensando—yo tampoco sabía que decir. Aún no sabía que estaba haciendo aquí. Se supone que íbamos a hablar. Pero exactamente ¿De qué? Ya no podía recordarlo.

—¿Te gusta Alemania?— preguntó.

—Creo que sí. Al enterarme que viviríamos acá no pensé que me iba a gustar tanto. Pero la verdad me parece un país muy hermoso y además todo es tan...ordenado— dije señalando las calles— Además creo que he aprendido muchas cosas. Y conocer a Melanie ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en la vida.

—Igual que conocerme a mí — bromeó. La verdad es que quise decir que sí pero no tenía sentido.

—Seguro— dije sonriendo— Soñaba todos los días con eso— puse los ojos en blanco y seguidamente rió.

— ¿Qué hay de tu novio? —preguntó.

— Ex novio— corregí—No he sabido de él. Bueno, no he querido hacerlo y aunque me cueste decirlo, gracias a ti me ha dejado de llamar.

—De nada— respondió satisfecho.

Otro minuto de silencio.

Aproveché que estaba entretenido mirando al frente hacia una ola de transeúntes, para mirarlo a él. Su perfil me gustaba mucho. Sus huequitos en las mejillas y el rojo de estas por el frío. Se sentía tan bien estar ahí con él... hablando sin pelear.

—¿Por qué siempre me miras así? — preguntó volteándose a verme y sacándome de mis pensamientos. «Mierda me había pillado otra vez mirándolo»

—¿Así cómo? —pregunté.

—Cómo si tuviera pulgas en la cara o un grano asqueroso o mocos en la nariz—dijo sonriendo una vez más.