Devlin es un joven duque que acaba de regresar de la guerra. Después de vivir tanto sufrimiento y dolor solo desea llevar una vida tranquila y afincarse en las tierras que el rey le ha dado por los servicios prestados a la corona. Su carácter irascible y poco sociable no es un buen aliado para encajar entre los habitantes del lugar, pero no le importa pues siente que haga lo que haga no conectará con esa gente. Sin embargo, cuando en su camino se cruza la joven de ojos castaños que lleva buscando toda su vida no tiene ninguna duda de que ha encontrado a la única persona capaz de ver lo que esconde su corazón. Drucilla es diferente y Devlin sabe por qué, ella no pertenece a esta época, pero de igual modo es la mujer capaz de curar su espíritu y completar su alma.
Así nos encontraremos con dos personas incomprendidas que no encuentra su lugar en el siglo que les ha tocado vivir, pero que se complementan perfectamente el uno al otro. Desde ese primer encuentro la atracción entre ellos es innegable, y, aunque se nieguen a verlo, los sentimientos crecen con cada mirada compartida. No obstante, la situación no es la idónea para dar rienda suelta al amor que sienten, Devlin y Dru están separados por dos siglos de historia que no puede ser cambiada y que alterarla podría acarrear fatales consecuencias. El problema es que el corazón es más poderoso que la razón y les es imposible negar unos sentimientos que los hacen sentirse completos por primera vez en sus vidas. Además, estar juntos puede ser la única manera de vencer a un poderoso enemigo que les acecha. Ellos son la clave de un poder infinito que podría destruir el mundo o liberarlos para siempre de la maldición de estar separados.
