Muchos brazos me rodean apenas piso un pie dentro del colegio Saint Ángel. Los chicos me sacuden la cabeza y me abrazan sin parar. Todos cantando una desentonada versión de cumpleaños feliz. Cuando terminan nada más escucho frases a medias.
—...Cumpleaños Sel.
– ¿Había qué traer regalo?
–Claro idiota.
Me río y todos se separan para verme. La primera en abrazarme es Mar. Casi me tira al piso y se echa a reír. Ella es morena con el pelo negro sedoso, muy alta y siempre levantando una ceja con una mirada acusadora. No podía mentirle aunque me esforzara. Noto que me esta grabando con su teléfono, sacó la lengua y ruedo los ojos. Abre la boca para decir algo y siento unos brazos que me agarran la piernas, un minuto después estoy en la espalda de alguien.
–¡Déjame Al, no es divertido!–digo tratando de no reírme y pataleando como loca.
– Oh pero si lo es. –dice el mientras lo siento ajustar sus lentes.–¿Qué dice el público la suelto?.
–¡¡NO!!–gritan todos.
–Eso pensé.
Todos echan a correr a una mesa y el me sienta (Sin mucha delicadeza) en el centro. Nos conocemos hace demasiado tiempo todos nosotros, diez años mínimo. Estudiamos juntos desde primaria y estamos a un paso de finalizar todo. Ahora entenderás por que tanta euforia, quiero decir, esto es todos los días. Ahora si se calman y cada uno espera su turno para felicitarme. Sam con sus ojos marrones me abraza, demasiado tierno. El siempre fue así, siempre detrás del grupo y hablando con los profesores para que perdonaran a alguno de nosotros. Luego Bella, que me da un codazo y me coloca un gorro de cumpleaños. Kat es la siguiente y me abraza demasiado fuerte, tanto que me quedo sin respiración. Todd, Joe y Henry se me abalanzan todos al mismo tiempo para abrazarme y hacerme cosquillas.
–Felices 16, ya eres mayor de edad.–grita Joe.
–Amigo es a los 18.– dice Henry.
–Que decepción entonces la salida de hoy esta cancelada como no puedes festear...
–Si puedo festear solo que no legalmente–digo demasiado ansiosa.–Además no creo que festear sea una palabra.
–Alguien esta lista para bailar–dice Mar alzando las cejas y dándome una mirada traviesa.
–Alguien esta lista para entrar a clases.
Entramos al salón de clases donde mis otros compañeros me felicitan. Me siento atrás como siempre al lado de Mar, Bella, Kat y Lissa que llega tarde como siempre. El profesor entra al salón pidiendo silenció.
–¡Marcus basta! Al, por favor, necesito que pares de golpear el pupitre. –dice demasiado cansado. –Feliz Cumpleaños Señorita Moner. Espero que sepa que por que sea su cumpleaños no quiere decir que queda absuelta de toda norma.
Se toca la cabeza con la mano señalando el gorro
–Claro que no. –le digo guiñando un ojo.
El se pone una mano en la cabeza y se sienta a corregir. Una de las cosas buenas de ser de penúltimo año y llevar toda tu vida en el mismo colegio es que todos los profesores te conocen. No se sí me entiendes pero es como sí estuviera en familia.
–Perra.–dice Mar
–¿Qué?
–20 llamadas perdidas. Pensé que te habían secuestrado, que habías muerto o peor que habías salido sin mi.
La miro fijamente. No recuerdo nada de ayer, digo, si se que me acosté a dormir y tuve un sueño horrible, pero no recuerdo escuchar el teléfono.
–Creo que me quede dormida.
Aunque no estoy segura de que fuera así.
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