Camino A La Sabiduria

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Ordeno mis cosas, ¿llevo todo? sí, me voy. ¡Chao, vieja!-le grito a mi mamá desde la puerta de la casa, respondió algo, pero no la alcancé a escuchar. Mi viejita linda, me tiene harta paciencia, debe ser difícil tener una hija como yo, terca, orgullosa, enojona y mil cosas más, pero igual tengo un lado bueno... creo, espero con ansias el día en que los conoceré, por ahora, disfrutaré de mi juventud que es efímera.

Caminando al paradero hacia donde tomo el autobús, me siento vacía, algo falta... ¡MIERDA, LOS AUDÍFONOS!, Me saco la mochila, la abrí la buscarlos, pero mientras la abría, sentí olor a marihuana-hmm... que asco.- Pensé irónicamente y me reí. En el camino hacia la parada, veo a Erick, un viejo amigo acercándose.

-¡Emma!- grita y va a abrazarme-¿Cómo has estado? No he sabido de ti en mucho tiempo-dijo él.

Cuando eramos niños, fuimos grandes amigos, pero como siempre, la gente cambia y se distancia, Ahora Erick está en otra onda y no tenemos gran comunicación. Vacilo un rato antes de responder.

-Hola, todo bien ¿tú?

-Genial, ¿supiste que seré papá? estoy muy emocionado, queda muy poco para que nazca mi pequeña.

-Si algo supe, que bonito, muchas felicidades- respondí efusivamente.

-Se te extraña, Emma, deberías ir a la casa, mi mamá siempre pregunta por ti... extraña que vayas a tomar once por las tardes...-Sonrió con añoranza.

-Quizás vaya la otra semana, admito que extraño muchísimo la comida que hace tu mamá-Rió con inseguridad-Te aviso, ¿te parece?

-¡Obvio! Esperare tu mensaje- dijo despidiéndose mientras hacía para el autobús que estaba por llegar.

Me subo, saludo al enojado chofer, le pago y le agradezco. Camino hacia el fondo de la ventana, le subo a la música y me voy a mi mundo. Pienso en la universidad, esta es mi ultima semana como una persona sin responsabilidades, desde la otra semana seré una chica universitaria, con responsabilidades y mucho estrés... Espero sacar mi titulo, ser una gran profesional, pero por sobre todas las cosas, ser feliz. También pienso en Erick, tuvo que haber sido difícil cambiar su vida de adolescente irresponsable a papá... Entre mis cavilaciones, siento que alguien se sienta a mi lado y me observa, me saco los audífonos y me dispongo a pelear, pero al ver quién es, sonrío.

-Hola, hermosa ¿tienes novio?-dice.

-No sé ah, ¿Qué gano si digo que sí?- Pregunto coquetamente.

-Bah, ahora te haces de rogar...- Respondió como un niño mañoso, me río y le respondo.

-Sí, tengo novio, lo estoy viendo en este momento y lo besaré-me acerco y rozo mis labios con los de él, un mundo de sensaciones aparecen en mi cuerpo, Dios, como amo a este hombre-pienso.

-¡Mujer, me tienes loco!-Me responde y me besa aún más.-Compré todo lo necesario para no morir de hambre-Dijo acurrucándose a mi lado.

Durante el viaje, jugamos y dormimos, luego de una hora, llegamos a nuestro destino... Una playa en la que se encontraban un par de amigos alrededor de una fogata, carpas armadas, una guitarra y un atardecer por venir.

Me siento al rededor de la fogata, con un mate entre mis manos y una frazada a mi espalda. Mi novio se sienta a mi lado y me abraza sin decir ni una palabra. Luego de un rato de escuchar como ola tras ola chocaban entre las piedras y de ver cómo se formaba un bello arrebol en el cielo, me preguntó-¿En qué piensas?- Si te dijera en todo lo que pienso, me faltarían días- Respondo entre risas y apoyando mi cabeza en su hombro-Tengo tiempo, negra, toda una vida para ser exactos...- me dijo nervioso, pero seguro.-Sabes... pienso tantas cosas, estoy tan ansiosa de la etapa que se me viene, un nuevo mundo, espero ser lo suficiente para cumplir con todas mis expectativas, quiero hacer tantas cosas, que no sé por donde empezar... pienso y siento que me falta tanto para ser la mujer sabia que quiero ser, pero a pesar de eso, siento que voy por el camino correcto... Solo espero hacerlo bien.