Volver a empezar (Serie Love 08)

Capítulo 21

Josh

No puedo creer que ella haya aceptado.
Dejo de besarla y la abrazo fuerte.
-Te prometo que no te vas a arrepentir, mi amor.

Tras poner el coche en marcha, la ayudé a preparar una maleta con las cosas básicas que pudiese necesitar y me la lleve a la mansión.
Mi bisabuelo se la dejó a mi padre y acabé heredándola yo.
Mi padre apenas viene a Italia y yo ya no voy a ir a ningún sitio.

La llevo hasta la habitación que hay junto a la mía.
Por la mañana me gustaría mucho llevarla a comprar las cosas para el bebé.
Quiero que tenga su propia habitación, cerca de la nuestra.
-Es preciosa, Josh. ¿Donde vas a dormir tu?
-Estoy justo al lado por si necesitas cualquier cosa.
-Pero creí...- baja la mirada, avergonzada y yo le levanto la barbilla para que me mire.
-No quiero forzar las cosas. Si me quieres en tu habitación o quieres estar en la mía, solo tienes que decirlo.
El simple hecho de que haya accedido a vivir conmigo ya es un gran paso.
No tengo derecho a pedir más.
-Quiero... Quiero dormir contigo.
Mi pulso late como loco.
Estaba deseando escuchar esas palabras.
-Josh... Necesito pedirte algo.
De nuevo baja la mirada y se muerde el labio.
La llevo hasta la cama y una vez se sienta, me arrodillo frente a ella.
-Puedes pedirme lo que quieras.

Meredith

No me salen las palabras.
Todo esto está sucediendo como si fuese una película.
Fijo mis ojos en los suyos y puedo ver que no soy la única nerviosa.
Josh lo está también, aunque es más listo que yo y sabe disimular mejor.

Cierro los ojos y niego con la cabeza.
No puedo. No puedo decirle eso.
-Está bien. Ponte el pijama. Iré a cambiarme.
Hago de que me dice.
Me miro en el espejo y hago una mueca.
Es imposible que me encuentre atractiva.
Si el pijama de rayas, que era de Max no le echa para atrás, mi vientre lo haría.
Soy como un enorme balón de playa.

Me dirijo a la cama, aparto las sábanas y me meto en la cama.
Es increíblemente cómoda.
La puerta se abre y Josh entra con solo el pantalón de un pijama parecido al mío.
Mi boca se seca al ver su torso desnudo.
No estoy hiperventilando pero creo que sin duda estoy cerca.

-¿Estas cómoda?
Asiento sin poder pronunciar una palabra.
Se desliza a mi lado y apaga la luz de la mesita de noche.
La oscuridad envuelve la habitación y solo la luz de la luna permite que vea lo que nos rodea.
-Buenas noches, cariño.
Pongo la mano sobre mi pecho.
El corazón va a salirme del pecho.
Siento como su respiración se hace más pausada.
No creo que tarde en dormirse.
-Josh...
-¿Mmm?
-Hazme el amor.