Capítulo 15: ¿Puedo sentirme feliz y contenta después de todo esto?.

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Bajé las escaleras y me encontré con Melanie y mi madre hablando. Mamá sonrió al verme –porqué por fin salía de mi cueva en la que había estado encerrada los últimos días–le devolví la sonrisa.

— ¿Segura que está bien para ti que me vaya mamá?— pregunté.

—La verdad es que preferiría mil veces que te quedaras, pero eres joven hija y no tienes por qué estar encerrada en tu habitación las 24 horas del día. Sí, sé que lo de Nate dolió, pero créeme cuándo te digo que esa quizás no va a ser la primera vez que te pase algo así–hizo una pausa— Y no quiero que siempre te encierres en tu mundo y te ahogues en llanto. Melanie...— dijo mirándola— ...me convenció, creo que es bueno que salgas un poco y bueno mañana es año nuevo y pasado tu cumpleaños, deberías difrutarlo.

Sabía que lo que decía era sincero y que además tenía bastante razón. Al fin y al cabo sólo había una cosa que ella deseaba : verme sonreír. Así que eso fue lo que hice; sonreí. Aunque no quería hacerlo, lo hice por ella. Y por ella misma y lo que me dijo decidí que no sería tan mala idea acompañar a Melanie a donde sea que nos iríamos.

No me gustan las sorpresas y creo que mucho menos si vienen de parte de Melanie. Será una locura más de su parte, lo sé, pero sé también que no será nada malo porqué lo único que quiere es ayudarme.

—¿Y? ¿Vamos? — me preguntó Mel aún insegura,como si temiera que yo saldría corriendo y subiría las escaleras en dirección a mi cuarto.

— Vamos— respondí decidida.

Me despedí de mamá y de Tobi que eran los únicos que estaban en casa. Lilly estaba donde su amiga Franzi y papá había ido a recogerla. Así que decidí enviarle un mensaje a mi hermana informándole yo misma que no estaría para mi cumpleaños.
Después de muchos insultos de su parte porque estaba molesta por no poder pasar mi cumpleaños conmigo, me confesó que se alegraba en realidad de qué saliera de casa.

(...)

Caminé con Melanie hacia la esquina de mi casa y me preguntaba si tomaríamos un taxi o el bus.

— ¿Y tus cosas? — pregunté al ver que solo llevaba su cartera.

— Esteban las trae consigo. Las alisté antes de venir a tu casa pero como venía en tren, no quise cargar con tantas cosas— respondió.

—  ¿Entonces hiciste que tu hermano tuviera que traerte las cosas ahora ? — dije poniendo los ojos en blanco.

Ella rió.

— No tontina...Esteban nos llevará al lugar y se quedará con nosotras— respondió. La miré sorprendida.

¿Para dónde se supone que íbamos?

—No pongas esa cara...Tu mamá no me iba a dejar salir contigo solas, me pidió un adulto responsable; y como mi hermano a sus veintitrés años actúa como un viejo de cincuenta y responsabilidad es su segundo nombre y tu mamá lo sabe, entonces lo sugerí a él y él no tuvo ningún problema en aceptar acompañarnos. Ya sabes, la sobreprotección y todo eso–dijo poniendo los ojos en blanco.

— Oh— Fue lo único que respondí. Sabía que Esteban era muy responsable y también sabía que mamá no nos iba a dejar salir solas — ¿A dónde iremos? —pregunté.

— ¡Sigue siendo SOR-PRE-SA!.— respondió— Mira— dijo señalando un Mustang que venía doblando la calle— Ese es él. ¡Vamos!— Me agarró de la mano y me condujo hacía él.

Nos montamos en el carro y saludé a Esteban. Íbamos escuchando música y Mel iba cantando y gritando–desafinada cómo siempre–

—¡Este fin de semana será una locura!— gritaba eufórica.

NIKLAS I (Let me love you) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora