La evolución de la mariposa

Capítulo 2

30/09/15

Ya ha pasado un mes.

Se dice pronto, ¿verdad?

Pero no pasa tan rápido como se dice.

No lo hace.

Es más, se hace eterno.

E inolvidable, cada segundo.

Y duro. Muy duro.

Tanto que a veces es difícil seguir.

Creo que nunca voy a superarlo.

A superarte.

¿Cómo se supera la muerte de la persona que más qu(ieres)erías?

¿De la que estabas segura que e(s)ra tu alma gemela?

...¿Debería estar donde esté mi alma gemela?

¿Dónde estés tú?

No sería la primera vez que intentase estar contigo este mes. He estado ingresada dos veces en 31 días.

Dos veces.

Y lo más irónico de todo es que han sido las veces que mejor he estado, porque me sentía cerca de ti.

Una de las cosas que más me dolían es el dolor de mi madre. Al ser egoísta yo y pasarlo mal abiertamente empecé a hacerle daño a ella.

Y no era justo.

Así que después de salir del hospital por segunda vez, me guardé el dolor para mí.

Y lo llevo mejor así, porque mamá está empezando a sonreír, ¿Sabes Noa?

Que mamá esté mejor y sonría es lo que me hace levantarme de la cama día a día.

Pero si ya no tengo suficientes problemas, añadamos la vuelta al instituto.

No sé como sentirme, cariño.

Ya tengo suficiente con familiares lejanos y amigos de la familia dándome el pésame e intentando "ayudar" con sus caras falsas, ahora tengo un plus, y son las almas caritativas que o me miran con pena, o me dicen cuánto lo sienten.

Como si alguna vez pudiesen sentir una décima parte de lo que yo estoy sintiendo.

Como si me entendieran.

Noa me he dado cuenta de que si no te tengo a ti no tengo a nadie.

Siempre hemos sido tú y yo.

Ahora solo soy yo.

Bueno, no soy.