Capítulo 11: La Gran Gala (Parte II)

Start from the beginning
                                    

«¡Dios, estos tacones me están matando!»

Reí al ver como Mel se dirigía a nosotras para bailar también, se agachaba y movía sus hombros para adelante y para atrás.

Niklas estaba del otro lado del salón junto Willi, Gabriel y otro chico mirándonos bailar. Me intimidó un poco pero luego ignoré el hecho de que estaba ahí y seguí bailando. Una y otra vez recordé mis tiempos en el grupo de danza de mi colegio. Bailar era una de las cosas que más me gustaban y hacía mucho que no lo hacía.

De repente la música se detuvo y el Dj empezó a hablar. Noté como dos filas se iban formando de lado a lado y solo seguí a los demás.

—Es momento del baile de chicas y chicos— mencionó Mel.

Estupendo, pensé que esa clase de cosas solo lo hacían en las películas.

Miré a la persona que estaba en frente de mí y agradecí a Dios que no era un chico lindo que lograra intimidarme. Busqué a Niklas con la mirada pero ya no estaba en el lugar de antes. Seguro había huido evitando este baile. Podía entenderlo, yo también tenía ganas de salir corriendo, además era imposible imaginármelo bailando alguna canción lenta y siendo romántico. Era lo último que me imaginaba de él.

Volteé nuevamente hacia el chico que estaba en frente mío hace unos segundos y me di cuenta que ya no era el mismo; Niklas había tomado su lugar. Vi como una sonrisa de satisfacción se dibujaba en sus labios.

¡Mierda! Sus labios.

«¡Concéntrate Salomé!».

Quería salir corriendo de ahí.

La canción empezó a sonar y los chicos se fueron acercando poco a poco hacia nosotras.

Mierda. ¡No quiero hacer esto!

«¡Corre, Salomé, corre!»Era lo único que escuchaba decir a mi voz interior.

Esto debía ser una broma.

Niklas tomó mi mano. Sentí como mi corazón latía cada vez más rápido, ¡Dios juro que lo tenía fuera de mi pecho!
Su mano, tan suave.
Me agarró de la cintura con su otra mano y me atrajó hacia su entrenado cuerpo. Sentí como por mis arterias la sangre fluía más y más rápido hacia mi corazón. Sentí como mi cara se enrojecía poco a poco. Sentí como mi mente gritaba de la emoción y mis manos sudaban de nervios. Mis piernas tambaleaban y él solo me miraba y sonreía. Su sonrisa no me causaba gracia, era como si supiera todo lo que está produciendo en mí y se sintiera satisfecho por eso.

"I have died every day waiting for you

Darling, don't be afraid

I have loved you

For a thousand years

I'll love you for a thousand more"

Esa canción me ponía los pelos de punta y este chico también. Me sentía más roja que un tomate y tenía la piel de gallina. Niklas se acercó un poco más a mí, posando mi mano en su pecho. Sentía también los latidos acelerados de su corazón. ¿Estaba tan nervioso como yo? Seguro que no. Seguro que era efecto simplemente del hecho de tener que bailar y eso le molestaba.

Acercó su cabeza un poco más hacia mí para luego susurrarme al oído.

—Al parecer el destino si quiere que te siga fastidiando, Pumba.

«¿Qué? ¿Me ha llamado Pumba? ¿Pero que se está creyendo?»

«Esperen lo otro que dijo, eso significa ¿Qué se acuerda de mí ?»

NIKLAS I (Let me love you) Where stories live. Discover now