Introducción

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Este libro alberga una historia que en nuestro mundo todos calificamos de ficción, pero pudiera ser que lo que cuento sea cierto y si fuera así, tal vez deberíamos considerarlo como una advertencia para no cometer, todos nosotros, los errores de los que podríamos decir que son nuestros primos hermanos.

A lo largo de estas páginas se relata la vida de un hombre que el azar le invitó a vivir una aventura que cambió su mundo. Este hombre, procedía de un lugar que ni siquiera sé pronunciar y tampoco lo puedo escribir. Su idioma es completamente distinto, no se parece a ningún idioma conocido, así que para simplificar la historia, y esto si es ficción, no entraremos en los detalles de tantas dificultades lingüísticas y consideraremos que todos los personajes son capaces de entenderse con independencia del origen de procedencia, entendiendo la expresión "origen de procedencia" en el sentido más amplio, es decir, en cualquier espacio-tiempo. Eso si, en determinadas partes insistiré en que al principio la comunicación era torpe debido a que el individuo en cuestión tuvo que asimilar un lenguaje radicalmente distinto.

Me llamo James Taylor y soy escritor. Me doctoré en filosofía, concretamente en lógica. Creo que esta base formativa me permitió crear personajes deductivos muy interesantes que he desarrollado en varias novelas policíacas. Pero, en aquel tiempo, estaba buscando algo nuevo, y al enterarme de los ciclos de conferencias sobre la Lógica en la Inteligencia Artificial me di cuenta de que quizás podría cultivar también el género de ciencia ficción. Fue durante estas conferencias, cuando conocí al Dr. Arthur Vissem y nos hicimos muy amigos. Suceso extraño, dado mi carácter. Pero es que mis encuentros con él desembocaban, con frecuencia, en conversaciones sosegadas que estimulaban mi imaginación y creatividad. Sin duda, fue está sensación tan gratificante la causa de nuestra magnífica relación.

Pasado los años, me había convertido en un escritor famoso de ficción, y Arthur me invitó a una cena en la que conocí a varios individuos muy peculiares, especialmente un tal Lur, al que luego he tratado bastante, aunque no me fío de él. Sin embargo, no se puede negar, que conocerle ha marcado el rumbo de mi vida privada, una vida que mis lectores no pueden sospechar. La vida de un escritor de ficción, pero que en realidad, esa vida, mi propia vida es mucho más interesante y fantástica que todas las historias que hasta ahora he contado en mis novelas. Esta vida la he mantenido en secreto pues hice un juramento como Gran Maestre de la Orden de los Segundos. Muy pocos conocen esta verdad, pero ha llegado el momento de desvelarla. Hoy soy un viejo que siente su final y rompo mi juramento de Gran Maestre. Me preocupa lo que pueda ocurrirle al mundo que conocí y por eso, siento la irresistible necesidad de contar lo que ocurrió de la forma más objetiva posible y también advertir de lo que puede suceder.

Espero, que los días que me quedan sean suficientes para completar, al menos, el primer encuentro con Lur. Si, claro, hubo más contactos con el mencionado sujeto, pero comencemos por el principio. A partir de este punto, me referiré a mi mismo como si de un personaje se tratara. Esta historia comienza hace mucho tiempo, precisamente, la semana siguiente del gran descubrimiento antropológico.

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