Me enamoré de un IDIOTA

Playa, sol y nosotros

Cumplí cinco años. Mi padre y yo fuimos a la playa con Luke. Debo admitirlo, a los cinco años, le tenía miedo a las carreteras. Tantas curvas y saltadas y rompemuelles y choques que había visto en el noticiero... ¡No tenía ninguna certeza de que iba a terminar viva! Pero parece que él sabía mucho sobre mi, porque a mitad de camino me tomo la mano.
-Tienes miedo, verdad?
-No TE BURLES de mi- sollozé, creyendo que me iba a molestar.
-Jajajaajajajaja, que niña- se burlo.
-Eres un TONTO! - le saque la lengua, que era el máximo insulto que podía decir a esa edad.
No hablamos por el resto del camino, y fue cuando comencé a dudar si íbamos a poder ser buenos amigos.
En la playa, aún lo recuerdo perfectamente, estaba haciendo un castillo de arena, y una ola me revolcó y me arrastro un poco más mar adentro. Mi padre no estaba, había ido a comprar un ceviche. Yo no sabía nadar muy bien. Pero alguien si estaba ahí.
Luke.
Grite su nombre, y se lanzó a nadar hacia mi. Había comenzado a odiarlo un poco, pero no quería morir joven.
Por consiguiente, tuve que dejar que me subiera a su pequeña tabla de goma y nadara hasta la orilla, jalandome en su tabla. A mitad de camino, me di cuenta de que mi ardía la pierna demasiado, y comencé a gritar.
-Rayos!! Mi pierna!! Rayos!!!
-Estás bien?
-No, no estoy bien! La pierna me arde demasiado! - grite, comenzando a llorar.
-Tranquila, ya vamos a llegar, aguanta un poco...- dijo, tratando de calmarme, pero con tono desesperado.
Cuando llegamos a la orilla, vi en mi pierna manchas rojas, y comencé a llorar, asegurando que me había picado una manta raya. El comenzó a limpiar y a curar, y juraría que casi llora. Ahí fue cuando me di cuenta que no podía odiar a alguien que acababa de jalarme por al menos medio kilómetro (en ese entonces eso era mucho) y tampoco amarlo.
Pero cuatro años después, me enteré de Luke que nada más había sido una reacción alérgica, pero que se había puesto tan nervioso al verme llorar... que no había tenido tiempo de decirme lo equivocada que estaba acerca de todo, incluido el.