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Capítulo 2.

-No, no pueden, ¡No pueden hacerme esto!- El ruido de un cristal rompiéndose contra la pared resuena por toda la habitación. Jiyong está rojo de la rabia, respira agitadamente, mientras aprieta el teléfono con fuerza contra su oído. YoungBae y SeungRi que habían venido a pasar un rato con él, sólo le miran en silencio, confundidos.

-Ya lo hicimos, Jiyong. Te quedarás con la casa solamente, pero todas las tarjetas ya han sido canceladas. Tienes que hacerte responsable de tus actos- La voz de su padre al otro lado de la línea es firme, y autoritaria, que Jiyong sólo quiere llorar de desesperación.

-No es culpa mía que todos estuvieran de chismosos- Se defiende. El sólo imaginar una vida sin dinero, sin su carro y todas sus comodidades le aterra.

-¡Es imposible que no te miren cuando estás follando a mitad del balcón, Jiyong! Por Dios ¿En qué estabas pensando?- Jiyong sonríe silenciosamente sólo de recordar la noche anterior. No sabe cómo ni por quién se habían enterado sus padres, está furioso, pero no se arrepiente en lo más mínimo -Espero que esto te enseñe una lección, las cosas no son tan fáciles como piensas, Ji. Ya he aguantado muchas de tus escenitas, pero esta vez llegaste al límite-

-Espera, papá...- Jiyong entra en desesperación.

-Si quieres seguir viviendo tu vida de esta manera, hazlo, pero págate los lujos tú mismo. Hasta luego, Jiyong-

-¡No! Papá... ¡Joder!- El rubio quiere seguir hablando, pedir una segunda oportunidad, pero su padre le ha colgado. Con violencia arroja el celular hacia el sillón y se pasa una mano por la cabeza en señal de frustración ¿Qué mierda se supone que haría sin dinero?

-¿Qué pasó?- Le pregunta YoungBae tranquilamente, observando cómo se mueve de un lado para otro.

-No sé quién fue el hijo de puta que le contó a mis padres lo de anoche, pero están enojados, y me han cancelado todas las tarjetas de crédito, y el automóvil. ¡Soy pobre!- Grita enfurecido

-Pero valió la pena ¿No Hyung?- SeungRi le levanta las cejas divertido, pero Jiyong sólo le fulmina con la mirada.

-Cállate, no sé qué voy a hacer ahora- Piensa en un montón de posibilidades, pero ninguna le agrada en absoluto. No se ve trabajando

-Trabaja- Sugiere YoungBae. Jiyong le mira sorprendido, e inclusivamente ofendido. No se puede visualizar trabajando para ganar dinero, jamás en su vida lo ha hecho, sus padres eran quienes pagaban todas sus necesidades, todos sus caprichos, él nunca se preocupó por esas cosas.

-A menos que me paguen por follar o comer, no sé hacer nada- Responde con sarcasmo.

-Podrías trabajar como actor porno - Sonríe SeungRi, Bae se gira a mirarlo como si su idea fuera la más estúpida de todas, pero Jiyong sonríe, sus ojos adquieren un brillo de alivio, muy de acuerdo con la idea.

-Eso, es perfecto, la solución a todo- Ambos chicos lo miran divertidos, como si Jiyong estuviera siendo sarcástico a la sugerencia de SeungRi, pero todo rastro de diversión se esfuma de sus rostros cuando lo miran más serio que nunca, agarrando su celular del sillón en busca de algo.

-Era una broma Hyung- aclara el menor de los tres.

-¿De qué hablas? Es la solución perfecta - Dice mordiendo sus labios - Imagínate, me pagarían por tener un orgasmo, Dios - Ahora la idea de trabajar ya no le parece tan mala, que le paguen por algo que hace todos los días, ¿Cómo no se le había ocurrido antes?.

-Ji, no estás pensando las cosas bien- YoungBae se acerca a su mejor amigo y le ve con preocupación. No le había tomado ni un segundo pensarlo. - ¿Crees que tus padres van a perdonarte si te ven follando en internet?-