Capítulo 7: Por favor que no sea un nunca más.

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—Mi nombre es Melanie Neumann, tengo 17 años y soy de Venezuela—Abrí mis ojos en signo de sorpresa al momento de escucharla decir esto. ¡Una latina!.
Ella volvió a sonreirme.

En la pausa estuvimos hablando mucho, muchísimo...nos entendíamos a la perfección y no lo digo sólo por el idioma sino que de verdad teníamos mucho en común.

Le conté todo lo que había pasado esa mañana y ella no paraba de reírse. ¿Qué tenía de gracioso el hecho de que casi me moría hoy? Bueno, seamos sinceros, cosas como esa en el momento asustan mucho pero al contarlas si se siente divertido.

—¡Qué locura! ¿ Y que hay de ese tal Niklas? ¿Te gusta? — preguntó. ¿Gustarme a mí?¿De dónde sacaba esta chica semejante locura? Lo había visto solo dos veces en mi vida. Sólo estaba agradecida con él por su ayuda, más nada.

—No, claro que no. Yo tengo novio, no está aquí y la situación en sí es muy complicada porqué sigue en Colombia pero llevamos tiempo juntos y yo lo amo —respondí.

— Ah, entiendo— dijo algo pensativa— ¿Te animas a ir a Starbucks después de clases? Podemos tomar un café y comer un Cheese Cake y luego te puedo llevar a tu casa si quieres— sugirió.

— Me parece una idea excelente; pero puedo llamar a mamá para que me vaya a buscar, no tienes que llevarme—respondí

— No, en serio no me molesta. Pero mira...— dijo mientras me pasaba su celular— aquí tienes mi Mobil, si quieres puedes llamar a tu mamá y decirle que llegarás un poco más tarde.

Y exactamente eso hice. Llamé a mamá y le conté que saldría a tomar un café. Ella obviamente estaba muy feliz de que hubiera encontrado a alguien con quien me entendiera tan bien. Era muy raro, por lo general no tiendo a darle tanta confianza a una persona que a penas acabo de conocer. Pero con Melanie era diferente...ella de verdad me inspiraba mucha confianza.

Mis compañeros eran excelentes, habían japoneses, holandeses, árabes, americanos y un chico de Australia, que creo yo era del otro equipo–quiero decir, homosexual–pero era muy divertido.

Al salir al parqueadero sentí una envidia inmensa por Melanie, pero envidia de la buena. Tenía un carro mini, color azul cielo ¡Realmente hermoso!

Estando en Starbucks me contó prácticamente toda su vida. Esta chica de verdad hablaba muchísimo, pero me hacía reír demasiado.

Resumiéndoles quien era Melanie Neumann–Sí, exacto es un apellido Alemán— Ella era la persona más loca que había conocido en años...Era como Dana y Emilio juntos pero elevados a al cien. Nació en Maracaibo y vivió allá hasta los once años, luego vivió cinco años en Miami y desde hace cuatro meses estaba viviendo aquí en Alemania con sus papás.

Su papá era Alemán e igual que el mío, había decidido venir a Alemania por el trabajo. Melanie entendía mucho el alemán pero no lo hablaba casi, por eso decidió empezar desde cero con gente que no sabía nada en absoluto–como yo—.

Pasamos toda la tarde riéndonos y supe que seríamos muy buenas amigas. Me llevó a casa, convenciéndome de que al día siguiente pasaría por mí, insistí mil veces que no era necesario pero si una cosa había aprendido en estas últimas horas sobre ella, era que si uno decía blanco ella diría negro hasta convencerte de decir negro también.

(...)

Como a eso de las 7 pm me duché y me puse mi pijama, unas medias de felpa, porqué de verdad estaba haciendo frío y repasé todo lo que había aprendido en clases.

A las 9 pm ya me encontraba en cama esperando la llamada de Nate. En serio lo extrañaba y no veía la hora de contarle todo lo que había pasado hoy. Tuve la necesidad de ocultarle lo de Niklas, pero me dí cuenta que no hice nada malo como para tener que ocultarselo. Esperé más de veinte minutos pero su llamada nunca llegó. Busqué un episodio de The Games of Thrones en el laptop mientras me daba sueño. Después de un buen tiempo sentí mi celular vibrar: Un mensaje de Texto de Nate.

"Bebé perdoname, salí tarde de clases y me tocó ayudar a papá en algunas cosas de la firma. Muero por escuchar tu voz y verte y que me cuentes todo lo que pasó en tu primer día. Trataré de llamarte mañana, ahora tampoco puedo y sé que es tarde allá. Descansa y sueña conmigo. Te amo y te extrañoNate"

De algún modo me molestó un poco lo que leía. Sabía que estaba ocupado pero... no sé. ¡Debería dejar de ser tan complicada!
Yo no le pude escribir en todo el día por que no tenía teléfono y simplemente es así, él estaba ocupado y lo tenía que aceptar. Habrá días es los que hablaremos mucho y otros días como hoy en los que sólo habrá un SMS entre nosotros. Al menos me escribió, al menos procuro desearme buenas noches. Miré la pantalla de mi teléfono pensando en como formular lo que escribiría.

¿Está todo bien? ¿Ya te dormiste? ¿No estás molesta verdad? 😔 —Nate

— Está todo bien amor, es sólo ...que te extraño y en serio quería escuchar tu voz, tuve un día muy loco ¿Sabes? Pero todo está bien😊. Espero que todo lo que estés haciendo te salga bien. Saludos a tus papás. Hasta mañana, te amo — Salo.

Cinco segundos después de enviar ese mensaje mi celular comenzó a timbrar. ¡Era Nate! Pero..¿No se suponía que estaba ocupado ?

Yo también te extraño y mucho, ahora no puedo hablar bien pero no dudes en que te pienso cada segundo. Quisiera tenerte a mi lado. Descansa, te amo— dijo rápido y susurrando, seguidamente colgó.

No pude contener una sonrisota. Definitivamente chicos como Nate ya no había. Estoy segura que hizo lo imposible para poder llamarme aunque sea por unos cuantos segundos.

Apagué el portátil, fui a darles las buenas noches al resto de locos que vivían en esta casa; tomé un vaso de leche caliente y me fui a la cama.
Hacía demasiado frío así que me levanté a encender la calefacción.
Observé mi codo, tuve que decirle a mamá que me golpeé al bajarme del bus y que las vendas las tenía de la enfermería del language school.
Ella le echó un vistazo y me dijo justo lo que me había dicho Niklas, estaba un poco hinchado y me dio una pastilla y me puso un poco de hielo.
Dijo que la enfermera que me había desinfectado el codo, lo había hecho muy profesionalmente.

Si supiera que había sido ese chico arrogante. Niklas...no sé qué pensar de él, es tan asfixiantemente fastidioso pero a la vez tiene algo que me hace dudar. Aún no me decido si me cae bien o mal, pero eso al fin de cuentas da igual, no creo que nos volvamos a ver nunca más y así es mejor.

Y justo pensando en él cerré los ojos, respiré profundo y me quedé dormida.

Escuché una voz diciendo dentro de mí "Por favor que no sea un nunca más".


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Holaaaa me encantaría saber si les gusta mi historia. Por favor comenten! De donde me leen?

Besooos -May

NIKLAS I (Let me love you) Where stories live. Discover now