¿Qué esconde tu corazón?

¡Al descubierto!

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—Uy... ¿O sea que nosotras tenemos que admitir quién nos gusta y tú no? —Mérida comentó dirigiéndose a Rapunzel.

—Debió quedar pasmado —dijo Mavis mientras la botella señalaba a Tip y Penny.

—De verdad que no me gusta... —respondió la rubia a las acusaciones de sus amigas— Es más que eso —susurró triste y tosió a propósito—. Debió asustarse.

—Te oí...—dijo la pelirroja a su mejor amiga— Y no habría razón para ponerte así —sonrió colocando un brazo alrededor de ella.

—Él no siente lo mismo...— Rapunzel se cubrió la cara con el pelo.

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Todos los chicos miraban a Jack, quien sólo tenía la vista fija en la rubia. Nunca pensó que la joven guardara esos sentimientos. Deseó poder explicarle lo que en realidad sentía.

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—Nunca lo sabrás hasta que le preguntes.

— Lo sé pero... Así está bien.

—Ay mi Punzie, por eso no avanzas —Mérida negó con la cabeza.

—No hay oportunidad, bien—dijo la rubia.

—No me hagas golpearte Corona... Si vuelves a decir que no hay oportunidad te dejaré de hablar.

—Sólo digo la verdad —Rapunzel alzó los hombros.

—Hiro también debió asustarse. —susurró Penny lamentándose.

—Yo digo que Hiro ahora tiene el ego levantado —dijo Violeta con una sonrisa.

—Penny, ¿verdad o reto? —preguntó la morena regresando al juego.

—No de nuevo.... Verdad.... —escogió la Forrester.

— ¿Planeas besar a Hiro alguna vez? —preguntó Tip con una mirada divertida.

—Bueno... Yo... No sé... Si se da la ocasión... Si él quiere...

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Del otro lado de la casa, los chicos atendían como podían a un desmayado joven oriental.

— ¡Hiro! No puedes morir ahora —exclamaba Wilbur— Debemos oír más —agregó canturreando y al ver que el menor de los Hamada no reaccionaba comenzó a soltarle unas cachetadas.

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— ¡Penny!—las jóvenes le hicieron burla.

—Deberías robarle un beso —sugirió la chica gótica.

— Yo apoyo la moción —dijo Violeta.

— ¿Eso creen? ¿Y si se molesta?

—No creo que se moleste, es bastante comprensivo —respondió Mavis.

—Trataré... —dijo Penny recibiendo una ovación por parte de sus amigas.

—Gira la botella —dijo Violeta animándola.

—Veamos quién sigue.

—Mer, Penny te manda, ¡venganza! —exclamó la gótica.

Penny sonrió de una manera diabólica, o eso pensó la DunBroch.

—Mer, ¿verdad o reto?

—Reto —respondió la pelirroja.

—Te reto a besar a Hipo.