Venecia.

1.2K 193 12
                                    

   Pequeños puentes y lagos decoraban por doquier dando un aspecto tan especial y único que me hacía preguntar si de verdad algún día querría regresar a casa estando en lugar tan bonito como Venecia. 

 Lo más precioso sin duda alguna eran los restaurantes al aire libre, decorados con muchas luces ambientado con música tranquila. Y ahí estaba Willy, justo en frente de mi jugando con sus dedos admirando las estrellas y pensé que quizás el lugar no era ni la mitad de hermoso de lo que es él. 

"Es hermoso ¿No es así?" ¿No es así? Claro que lo era, en realidad ni siquiera era una pregunta solo intentaba llamar su atención. 

"Lo es, realmente lo es" murmuró volviendo su mirada hacía mi. Y por alguna razón me obligué a apartar la mirada, entonces pude verlo, cada quién cenando con su pareja, todos allí estaban con sus parejas ajenos totalmente a mis pensamientos acerca de lo fácil que era para ellos salir y mostrarse donde quisieran y nadie los juzgaría. 

 Pero entonces volteé a mi izquierda y pude ver a una pareja de ancianos, se veían felices, quiero decir, no es como si no pudieran estarlo pero realmente se veían felices como si el hecho de que el restaurante estuviera rodeado solo por parejas de jóvenes que recién se están conociendo no significase absolutamente nada para ellos, y lo cierto es, que no importaba una mierda y eso estaba bien! ¿Por qué no lo harían? 

 Entonces noté que todos allí tenían algo en común, todos tenían derecho de demostrar el amor que le tienen a sus parejas en publico. 

 Reí por un momento cayendo en cuenta de lo absurdo que se veía todo desde otro punto de vista, reí porque lo que los demás pensaran ahora mismo de mi no importaba, no ahora. No ahora que una increíble persona se encuentra en frente de mi, una increíble persona que me conoce, la única en toda Venecia a decir verdad, él único que tenía derecho a juzgarme y no lo haría porque me ama y realmente también lo hago. ¿No es así? 

"No entiendo" dijo medio riendo con sus ojos expectantes a mi gran descubrimiento. 

"Sucede que estamos teniendo una cita y apenas pude notarlo" mencioné riendo nuevamente como si de verdad fuera algo gracioso. 

"¿Lo estamos?" 

"Claro que lo estamos, quiero decir, tú estás aquí ¿Entiendes? Conmigo, solo conmigo y yo contigo. Juntos. Solos. En Italia" deletree cada palabra intentando de alguna manera exponer mis pensamientos ante sus ojos que se abrían y cerraban en confusión. 

"No creo que sean razones suficientes para llamarle a 'esto' una cita, ¿Sabes? No es como si al cenar con alguien necesariamente tenga que ser una cita. Estoy contigo pero, ¿Realmente estoy contigo?" Y tal vez si fuera otra persona podría fingir que no entendía de que demonios hablaba pero siendo Samuel, comprendí cada palabra sin necesidad de una explicación más precisa. 

"¿Tú quieres estar conmigo? Creí que estabas conmigo, juntos.. ya sabes, no juntos de juntos sino juntos, realmente juntos" titubeé tropezando torpemente con mis propias palabras intentando hacer el mejor intento de expresarme mejor sin embargo mis nervios tenían otros planes. Así que respiré hondo y deslicé una mano hasta quedar encima de una de las suyas para que entendiera mejor el mensaje. 

 Pude notar como este se tensaba y observaba hacía ambos lados como si hubiese algún paparazzi en cubierto al que le importase una mierda nuestras vidas privadas, y me sentí un prisionero por un momento, un prisionero que injustamente fue obligado a ser encerrado por un crimen que no cometió pero no se sentía mal sin embargo, porque Willy estaba allí siendo mi compañero de celda y por él estaba dispuesto a arrodillarme y confesar pecados que no cometí. 

"Quiero" respondió luego de una larga pausa permitiendose acariciar el dorso de mi mano con su pulgar. 

"Vale, bien. Supongo que ahora es cuando uno de nosotros se arrodilla y le pide matrimonio al otro ¿No crees?" Bromee rompiendo la tensión con toda la intención de ver esa sonrisa ensancharse y sus ojos desaparecer entre aquellas arruguitas y así lo hizo.

"¡Oh! Podríamos casarnos en un bote tal vez, como esas películas cliché que te gustan ver cuando crees que duermo" se burló 

"Qué dices ni siquiera me has dado un anillo chaval que marido más cutre tengo" me quejé exagerando mis expresiones de indignación ganandome otra de sus sonoras carcajadas. 

"¡No me pidas anillo, tú ni siquiera sabías que estamos en una cita!" 

"Bien supongo que estamos a mano" maldije por lo bajo "Prometo llevarte a cenar cuando volvamos a casa" 

"¿Hablas de una verdadera cita?" 

"Sí, con flores quizás, y si te portas bien un anillo tal vez" prometí sin darme cuenta, y supe que debía cumplir con aquello al ver sus pequeños ojos iluminarse más que cualquier poste de luz que se encontraba cerca. 

"Podríamos casarnos en Apocalipsis Minecraft también" 

"¿Tú crees?" 

"Algunas personas se casan dos veces ¿Sabes? Quiero decir, tienen dos bodas, la primera es como que no cuenta" dijo muy seguro de lo que afirmaba, pero ambos sabíamos que no tenía ni idea de lo que hablaba, pero se trataba de Willy así que podía admitirle convencerse a si mismo de eso. 

 Pronto las parejas de nuestro alrededor comenzaron a dispersarse entonces supe que era tarde, era momento de regresar al hotel. Le indiqué a un mesero que nos íbamos y dejé en la mesa la propina. 

 Ambos caminamos en silencio sintiendo como el viento fresco golpeaba contra nuestros rostros, nuestras manos rozaron un par de veces antes de recibir nuevamente la briza helar nuestros cuerpos y finalmente terminar entrelazando nuestros dedos en un firme agarre que susurraba 'no te atrevas a soltarme nunca' y me convencí de que ambos escuchamos eso. 

 Y por si me lo preguntan, la respuesta es sí, podría casarme con Willy las veces que él crea que son necesarias.

Drabbles WigettaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt