El Chico De Pelo Azúl »Ezarel [Eldarya]

Capítulo 13

Ahggg, me duele todo el cuerpo. Siento que mi cabeza está en las nubes, pero, con o sin resaca, no me olvido de lo que pasó.

Me he levantado, con un mareo poco común. Ya he pasado por alguna resaca, y nunca me había mareado de tal manera, que necesite sujetarme con la pared.

Me ducho y me visto. Voy al comedor a desayunar, creo que comer un poco me vendrá bien.

- Luna, que te pasa? Pareces un fantasma. - me ha dicho mi hermano.

- Nada, Dylan. Solo una pequeña resaca.

- Has vuelto a beber? Me prometiste que no lo volverías ha hacer.

- Déjame. - le he dicho con tono cansado.

- POR QUE LO HAS HECHO? DÍMELO LUNA. - me ha dicho gritándome. Esos gritos solo me dan más dolor de cabeza.

- DIJE QUE ME DEJES. - hasta yo me he exaltado por mi grito. Nunca le había alzado la voz de tal manera a mi hermano. - lo siento. Si me disculpas. - he seguido con mi camino al comedor.

Una vez ahí, me he cogido algo de ela nevera y me he sentado. Estoy desayunando cuando Ezarel se aparece por ahí.

- B-buenos días. - me ha dicho.

Yo solo me he dedicado a mirarle, y después volver a bajar la cabeza, concentrándome de nuevo en mi desayuno.

- Luna... - me he hecho la sorda. - Luna, por favor. - me ha rogado.

Me he levantado, como si fuese a irme, pero, al pasar por su lado, un poco más atrás que el, dandole la espalda, me he parado.

- Dime una cosa. Aún quieres a Alajéa?

- .... - ha callado.

- Eso es un si?

- No no no no. - ha dicho desesperado.

- Entonces es un no?

- No no no no.

- Ezarel, dime. Dímelo, no puedo seguir así.

- Yo..... - ha hecho una pausa. - Si. Aún amo a Alajéa. Pero aún sigue habiendo un tu y yo.

- No, Ezarel. No hay un tu y yo. Y menos un nosotros. - las lágrimas forcejan por salir de mis ojos, pero las aguanto.

Me he ido del comedor. No soporto esto. Por que me has mentido de esta manera, Ezarel? Por que lo has hecho, si aún amabas a otra?

Voy al campo de entrenamiento. Ahí, me he puesto a saltar, correr... De todo un poco. He notado como mi fiebre iba subiendo poco a poco, con cada movimiento. En un momento exacto, he tenido que parar. El dolor es inmenso. Me tambaleo en el suelo intentando apoyarme en algo, aunque de nada sirve porque me caigo al suelo.

- LUNA, LUNA!

Oigo voces. Alguien, no. Dos voces. A lo lejos. Gritando mi nombre. Yo lo veo todo negro. Mi cuerpo va perdiendo movilidad, no puedo moverme. Pierdo la consciencia.

Cuando me despierto, me encuentro en mi habitación.

- Hey, Hey, ya despierta.

- Si, ya despertó. - entre cierto los ojos por la luz. Una vez abiertos enteros, encuentro a Ander y a Dylan al lado de mi cama.

- Hermana, estás bien?

- Luna, te has hecho daño?

- Estoy bien y no, no me hice daño. Que hago aquí?

- Estábamos dando una vuelta para conocer mejor el Palacio cuando te vimos desmayarte en el área de entrenamiento.

- Ah. Podéis dejarme un rato sola? Por favor.

- Claro, vamos Ander.

- Si.

- Gracias.

La fiebre empeora cada momento. Estoy ardiendo.

Narra Ezarel

Sigo pensando en lo que me ha dicho Luna. He estropeado todo. Paso por la puerta del ela habitación de Luna y me entra la curiosidad.

He abierto la puerta cuidadosamente, y me he sentado a un borde de la cama. Está dormida.

- Luna, he pensado en lo que me has dicho, y si. Sigo enamorado de Alajéa. Pensé, que, al enamorarme de ti, la olvidaría, y así fue, pero, cuando ella me abrazo, esos sentimientos volvieron. Siento mucho que te sientas engañada. Tienes razón, no debí de haberte hecho esto pero, ya no hay vuelta atrás. Podrás perdonarme? - no he podido evitar, que una lágrima saliese de mi ojo derecho.

Me la he secado, y le he dado un beso en la mejilla. Me levanto, y salgo de la habitación, no sin antes dar un último vistazo a la chica la cual fue mi novia.

Me he ido de su habitación a la mía. No soporto verla así de triste y fría. Ella no es así. Y todo por mi culpa. Solo mía.

Estoy tumbado en mi cama, cuando mi teléfono vibra.

- Ezarel, soy Alajéa.

- Que quieres?

- Quería saber si querías venir a dar una vuelta conmigo por el centro.

- Lo siento, hoy no puedo - le he dicho en tono seco.

- Vamos, será divertido. - Ella sigue insistiendo.

- Que no Alajéa, hoy no puedo y ya. - le he colgado.