C72 - Algo circunstancial

Comenzar desde el principio
                                        

- Eh, que era una broma, no te mosquees.-otra vez se quedó petrificada, pero ahora en serio.- ¡Tú me debías una explicación!-le dio en el brazo.

- ¡Au! ¿Se puede saber a qué se debe tanto entusiasmo hoy? Estás exaltada—

- Las cosas van bien a mi alrededor, deja que me alegre.

- No, si te dejo, pero no me des más hostias.

- ¿Me lo explicas ahora o qué?

- ¿El qué?-se mostraba irritado.

- Lo de la confianza.-volvió a poner los ojos en blanco y se los tapó con las manos.

- ¿Por qué le das tantas vueltas?

- Porque no me aclaraste nada.-le tiró de las manos para que la mirase.- Venga, cuenta.

- Oye, ya ni me acuerdo de qué te iba a decir.-mintió.- ¿Por qué no lo dejas estar?

- O me lo cuentas o te hago comerte las galletas de Yai.

- No serás capaz...

- Oh, sí que lo soy.-él cogió aire, y justo cuando fue a hablar, volvió a aparecer Sebastian por detrás.

- Ey—

- ¡Venga ya!-Sandra se molestó y el alemán dio un brinco hacia atrás.

- ¿Q-qué pasa?

- ¡Nada!-se cruzó de brazos, y Kimi rió mientras se giraba a su amigo, que le miraba encogido de brazos.- ¿Lo haces aposta? ¿Le has llamado?-Kimi negaba.

- Q-qué he hecho ahora—

- ¡He dicho nada!-Sebastian dio un brinco hacia atrás.-Da igual, paso, pero no te libras.-amenazó a Kimi y salió de allí, pasando por el lado de Sebastian.

- ¿Por qué siempre te vas cuando aparezco?-estaba intrigado, y ella se giró de morros.

- Para no matarte.-cuando miró de nuevo a Kimi ambos rieron sin saber muy bien el si debería ir a por ella y pedirla perdón o ignorarlo. Decidió lo segundo, y se fue a sentar con Kimi.

- ¿Necesitas ir al hospital?-Sebastian se quedó a medio sentar, asustado por el rostro de su amigo.

- ¿Qué?

- He visto que has comido galletas.-Sebastian negó con una mueca.- Lo digo por si quieres un lavado de estómago.

- Sois imbéciles. Estaban buenas.

- Venga. A mí no me mientas.-Le miró buscando la verdad, pero Sebastian se la había dicho.- No me jodas. ¿El amor te ciega hasta el apetito?-el chico le dio una patada.- Por qué me pegáis siempre.

- Porque lo mereces.

- ¿Merezco algo bueno? Dais asco todos.-Sebastian rió.

- ¿De qué hablabais? Sandra y tú.

- Yo que sé, no me acuerdo.-Sebastian rió.

- Ella se ha enfadado por mi interrupción así que debía ser importante.

- Ya te digo que no me acuerdo. ¿Qué tal con Yai?-quiso cambiar de tema y funcionó, pues a Sebastian se le iluminó el rostro.

- Bien, supongo, vaya.

- Cuál de las tres palabras.-Sebastian volvió a reír y Kimi lo hizo con él.- ¿Qué os pasa a todos que estáis tan animados?-su amigo se encogió de hombros.- ¿Qué te dijo?

MAPSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora