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C72 - Algo circunstancial

Cuando se despertó tuvo que hacer malabares para que el plato no cayese sobre la tarima y se rompiese a pedazos. Se agarró al respaldo del sofá, evitando también así su propia caída, y cuando tuvo controlada toda la vajilla que parecía querer caerse, se levantó con cuidado para evitar despertarla. La miró un rato, y sólo cuando sintió que sus manos empezaban a temblar de nuevo, esta vez por verla, decidió salir de allí para poner rumbo al interior del yate.

Bajó las escaleras, encontrándose con que la salita estaba completamente desértica. En la encimera había más galletas, y sonrió mientras cogía otra, con virutas de chocolate, la cual devoró sin mucho problema. Arrampló con un plato de estas y las llevó a la mesa, y sacó del armario un vaso y lo llenó de leche, sentándose luego en el sofá circular a comer como un niño pequeño. Comprobó la hora, y eran las once de la mañana. Sentía que había dormido profundamente, aunque no recordaba la hora en la que se quedaron dormidos ni por qué lo hicieron, y aun así sus ojos empezaban a cerrarse de nuevo acompañados del calor que traspasaba la ventana.

Kimi salió al rato del cuarto, asombrado ya desde dentro al ver que en la cama de abajo no dormía su amigo. Temía que se hubiese vuelto a ir, y respiró más tranquilo al verle dormido en una postura imposible sobre el sofá, rodeado de galletas y de un vaso de leche. Se despistó de la imagen al oír a Sandra saliendo de su propio cuarto con una sonrisa pilla.

- Creo que han hecho las paces.-susurró, y él le pidió más datos moviendo los hombros.- Anoche subí a ver si seguían hablando, y estaban dormidos en el sofá.

- ¿Dormidos?-asintió.- ¿En el sofá?

- Que sí, pesado.

- ¿Se han quedado ahí toda la noche? Este chico es tonto.-Sandra borró su sonrisa para ponerse seria.

- ¿Por qué dices eso? ¿No te alegras?

- Sí, sí, pero dormir al aire en un barco no es sano. Te puede dar una pulmonía.-ella asintió dándole parte de razón.

- Bueno, él parece no estar enfermo.-se le quedaron mirando, y él arqueó las cejas.

- ¿Estaba comiendo galletas?-las había visto antes y aun así no caía en ello. Ella asintió rápido.

- Cuando subí tenían platos vacíos. O le gustaron, o fingió que le gustaban.

- Siendo él, ambas.-Sandra rió sin hacer ruido.

- ¿Todo bien con él entonces?-le preguntó una vez más calmada.

- Vamos arriba, paso de susurrar.-Salieron de la sala y subieron a la cubierta, y después de espiar a Yaiza, que seguía durmiendo, fueron a la proa a sentarse.

- Va, cuenta.

- Sí, o bueno, algo así.

- ¿Algo así?

- Hablamos, pero nosotros no somos vosotras.

- Menos mal.-ella rió y él la ignoró.- ¿En qué sentido?

- No necesitamos ir llorándonos y esas cosas para volver a hablarnos.

- Pues te he visto sufrir de lo lindo hasta que lo has conseguido.

- Porque que no seamos vosotras no significa que no tengamos sentimientos.-ella fingió quedarse petrificada, e incluso se llevó las manos a la boca. Kimi dejó los ojos en blanco sabiendo lo que iba a decirle.

- ¡Tú! ¡Sentimientos! Qué ha pasado y qué han hecho con el Kimi que yo conozco.-él fingió reírse.

- Sigues empeñada ¿Eh?