Esa tarde traicionera
Que no puedo olvidar
Que me arrebató a dos amigos
Y no me los devolvió jamás
Por lo menos los llevo en mi corazón
Algo que no se me olvidará
Por mucho que diga la gente
Fue una perdida que afectó a todo
Pues eran queridos
Y siguen siendo queridos
Y nunca jamás olvidados
Por un cruel destino
Nosotros lo perdimos
Pero no hemos podido recuperarlos
Porque Dios se los llevó al cielo
Y EL los cuidará
Ellos desde allí nos verán
Nos ayudarán desde el cielo
Y sabrán que aquí no serán olvidados
Jamás.