-Déjala ella es aburrida- molesto Beth- además Alice no sabe jugar

-Es cierto- río el pequeño- Alice no puede ni correr sin caerse

-Mamá- de quejo Alice- dile al tonto Cameron que se calle

-Alice no hables así- la regaño Lauren- Cameron no molestes a tu hermana

-Pero es cierto mamá- habló el pequeño tomando el bate que Beth le estaba tendiendo- Alice no sabe nada de deportes, además el otro día escuché como mamá Camila y tu decían que ella había here...here- el pequeño se trabo y se rasco la cabeza pensando en la palabra

-Heredado- ayudó Beth

-Si eso, gracias- dijo el pequeño sonriéndole a la ojiverde- que ella había heredado las habilidades de mamá Camila en los deportes

-Son insoportables- dijo Alice negando con la cabeza enojada y levantándose de la silla para caminar dentro de la casa

Ambas mujeres tuvieron que contenerse para no soltar una carcajada y es que la escena le aparecía muy cómica, su pequeño hijo siempre lograba poner de mal humor a su hermana mayor.

-Cameron no quiero que escuches conversaciones de los adultos sin permiso

-Está bien- habló el pequeño agachando la mirada

-Ahora ve dentro y quiero que te metas a la ducha y te coloques la pijama- le ordenó- mañana seguimos jugando

-Bien pero ¿puede ayudarme Beth?- pidió con las mejillas coloradas

-Solo si ella quiere- intervino Camila

-Claro que si- dijo tomándolo en brazos- vamos a ducharte y luego te prepararé algo de comer

-Eres mi persona favorita en el mundo- dijo el pequeño abrazándose al cuello de Beth quien sonrío con ternura mientras caminaba dentro de la casa

-Ningún Jáuregui se resiste a Beth- río Camila- hasta tu la adoras

-Es buena niña- admitió Lauren- espero que Alice se de cuenta del error que está cometiendo con ella

-Deberíamos intervenir

-Sería aún peor- suspiro Lauren- Alice está en una edad donde no tolera que le digamos nada y además si le decimos algo lo va a negar y su actitud va a empeorar

-Solo quiero que cambie esa mala actitud hacia Beth que no hace nada más que preocuparse por ella

-Pensé que se volverían novias apenas crecieran

-Pues ya ves que no- río Camila- vamos dentro que necesitas una ducha y yo también

-Podemos tomarla juntas- Lauren abrazo a Camila por la cintura y dejo un corto beso en sus labios- ahorraríamos agua

-Mmm- Camila correspondió al abrazo haciéndolo ella también y pegándose aún más a su esposa- no lo sé

-Aún mejor podemos meternos a la bañera juntas y puedo darte un masaje

-¿Haces la cena luego de eso?

-Terminaremos demasiado cansadas luego de eso como para si quiera pensar en cenar

-Pensé que solo nos meteríamos a la tina

-Si claro solo una tina- río Lauren- eres muy inocente para tener dos hijos

**************

-¿Puedo pasar?- preguntó Beth asomando su cabeza en la habitación de Alice

-Ya lo hiciste- respondió girando los ojos- ¿Que quieres?

-Solo tenía ganas de hablar contigo

-¿De que?- preguntó desviando su morrada del teléfono

-Nada en especial - admitió- solo hablar como lo hacíamos antes

-Ok

-¿Ok?

-Ok, puedes hablarme solo comienza tu

-¿Podría saber por qué tienes esa actitud conmigo- preguntó parándose frente a la cama donde estaba recostada Alice

-No se de que hablas- dijo haciéndose la desentendida- estoy igual que siempre

-Quiero a mi mejor amiga de vuelta- dijo frustrada la rubia haciendo que Alice sintiera una punzada en el pecho- quiero a mi amiga con la que podía hablar de cualquier cosa, la que sabía todo lo que pasaba conmigo, con la que podía ser realmente yo

-Tienes demasiados amigos- respondió sin pensar Alice

-Eso es diferente, ellos no son como tú- respondió sincera- te quiero de vuelta

-Pues no se a que te refieres- dijo levantándose de la cama y caminando hacia la enorme ventana de su habitación dándole la espalda a Beth- yo no he cambiado

-Deja de negarlo- habló frustrada caminando hacia Alice- ¿Que hice mal?

-Nada- respondió perdiendo la voz al sentir la mano de Beth sobre su hombro derecho, lo que no se dio cuenta fue cómo está también perdía la respiración al sentir el cuerpo de Alice tan cerca del suyo al punto de poder oler el suave olor que desprendía el cabello de esta.

-Por favor Alice- pidió en un susurro- dime que debo hacer para recuperarte- la ojiazul sintió su corazón acelerarse, tal vez debía contarle la verdad de porque actuaba así, decirle lo que de verdad sentía por ella y a lo mejor está le correspondía- quiero a mi mejor amiga de vuelta- y aquella sentencia fue lo que borro la ilusión dentro de Alice, era una tonta al creer que de verdad aquellas promesas que se hacían de pequeñas podrían ser verdad

-No tengo absolutamente nada que cambiar- respondió quitándose bruscamente de la ventana y perdiendo el contacto con Beth- ahora por favor retírate de mi habitación

-Pero...

-Que te vayas dije- dijo enojada- acaso no escuchas

-No puedes hablar enserio- dijo incrédula- ¿es enserio?

-Vete por favor tengo cosas importantes que hacer

-Eres imposible- dijo negando con la cabeza- estoy cansándome de tu actitud hacia mi

-Pues es lo qué hay

-Puedes hacer lo que quieras- dijo caminando hacia la puerta- cuando entres en razón y dejes de ser una niña caprichosa puedes buscarme porque yo ya no lo voy a hacer- dijo desde el marco de la puerta con su mirada fija en la ojiazul esperando a que la detuviera pero no pasó, Beth respiro profundo y salió del lugar cerrando la puerta tras ella

Los ojos de Alice se llenaron de lágrimas al ver cómo ella misma estaba destruyendo la relación con la persona que más quería, se recostó en su cama escondiéndose entre sus sábanas y lloro hasta quedarse dormida, amaba tanto a Beth que para ella era imposible estar junto a ella como solo una amiga más.

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