Capitulo 1

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Antes.

Harry.

Me he acostumbrado a la rutina.

Levantarme después de las 10 de la mañana, ahora que es el primer día de clase, al menos para mí, estoy nervioso, nunca me había puesto así, es decir, no en mucho tiempo.

Después de vestirme baje a paso veloz las escaleras y tome una manzana de la canasta de frutas que estaba sobre el comedor, después de unos cuantos suspiros para tranquilizarme, tomé los libros en la mano y salí de la casa.

Mientras estacionaba el auto en el cajón más cercano que pude encontrar, pude sentir miradas puestas en mí.

Tome mis libros y camine hasta mi casillero, perfecto, casillero 384, lejos de todas mis clases en el día.

Pude visualizar a una chica al lado de mi maldiciendo por lo bajo mientras trataba de abrir el casillero, "385", pude ver en la parte superior del casillero y a continuación decía Denisse.

— ¿Quieres que...? — dije señalando el casillero, ella respondió con un leve "si" casi audible solo para ella.

Me aproxime y tire del candado unas cuantas veces hasta que el casillero cedió y abrió su puerta.

Libros, notas pegadas por todos lados y unas cuantas blusas dobladas fue lo que pude ver antes de darme cuenta que me había quedado paralizado al ver el contenido de el casillero.

Denisse.

Las clases transcurrieron rápido, no dejaba de pensar en el chico que me había ayudado a abrir el casillero.

Caminando hacia mi clase de literatura pude verlo sentado en mi asiento, ¿para qué moverlo?

Antes de que pudiera caminar hacia el asiento al fondo, una voz dijo:

—Ese es el asiento de Denisse, muévete— me gire y a ver el dueño de la voz conocida, si, era mi mejor amiga.

El chico se giro a verme, ¿Cómo sabía que yo era Denisse?

— ¿Quieres tu asiento? — dijo cerrando su libreta de apuntes pero me apresure a negar con la cabeza

—Así estoy bien, no te preocupes, puedo sentarme en otro lugar— dije sentándome al fondo de la misma hilera

La clase comenzó, me gustaba esta clase, ¿Cómo podría odiar Historia? Era de las mejores clases que tenía en mi horario sin comentar literatura que me fascinaba.

—Saque todo el mundo la libreta, señor Styles, venga a mi escritorio, por favor—dijo el profesor y se sentó en la silla detrás del ya gastado mueble de madera

El chico sentado en mi asiento se levanto y se acerco hacia el escritorio del profesor.

¿Styles? ¿Era ese su apellido? Nunca lo había escuchado antes.

—Denisse, ¿puedes venir aquí? —dijo el profesor dándome una mirada seria

—Claro—me aproxime al escritorio y mire al profesor esperando que no fuera nada malo

—El señor Styles me dice que necesita ponerse al corriente con todos los apuntes de la asignatura, dado el caso que tú eres la más interesada en esta clase, ¿te importaría quedar con él y pasarle los apuntes? Los exámenes bimestrales están a la vuelta de la esquina y no quiero más reprobados—dijo mirándome con cierta esperanza en sus ojos y asentí

La clase transcurrió rápido, demasiado, no pensaba en el tema de la clase, pensaba en el chico de rizos con lindos ojos.

Al sonar la campana que indicaba el final de las clases en la universidad, tome mis libros y salí casi huyendo de ahí, no sabía la razón, pero no moderaba el paso veloz.

Sentí un alivio cuando cruce la salida de la universidad.

La voz de mi cabeza no dejaba de decir que tenía que ayudarlo, me llamó la atención que una nueva biblioteca había sido instalada en la esquina de la colonia donde vivía.

"The Things, Recién abrimos"

¿The Things? Vaya nombre

Necesitaba apuntes para la clase de Historia y español, ¿Qué mejor que un libro viejo? Nada.

Caminé y abrí la puerta que tenía un cordón con un letrero diciendo "pase usted".

La biblioteca era más grande que mi habitación, demasiado grande para ser una simple biblioteca localizada en una colonia, toque la campanilla, una mujer con cabello oscuro y largo me dedicó una sonrisa.

— ¿Me esperas un segundo? Acabo de iniciar el día, necesito unos apuntes no tardo —dijo y acto seguido, desapareció por una puerta.

Me pase por los únicos 4 pasillos que había, pensándolo mejor, no era tan grande como aparentaba desde la entrada, tomé unos cuantos libros que encontré y me llamarón la atención.

"Anna Karenina", era el nombre del libro que vi casi despedazado, dejé los demás y caminé hacia el mostrador, la mujer estaba escribiendo ciertas cosas en su cuaderno y puse el libro sobre el mostrador.

— ¿Puedo rentar este? —Dije dándole una media sonrisa

—Claro, ¿Licencia de estudiante? —dijo ella refiriéndose a que si tenias la tarjeta de estudiante podías llevarte el libro sin tener que pagar.

—Claro—dije y rebusque entre toda mi mochila.

¿La había perdido?, ¿La dejé en la casa?

—Dios, no—susurre para mí misma

— ¿Problemas? —escuché una voz detrás de mí y al instante mi corazón palpitó al máximo

¿Qué hacía el aquí? Es decir... ¿Me siguió?

Stockholm Syndrome.Where stories live. Discover now