Mi pequeño omega - Larry.

Prefacio.

-hey tu omega inservible tráeme una soda que muero de sed-Cameron gritó desde la sala mientras Harry dejaba de limpiar el piso para así correr por la soda de su "Hermano".

Una ves en sus manos corrió hasta él entregando la soda.
-C... Cameron... ¿Puedo comer un poco? - pregunto el pequeño jugando con sus dedos mientras veía como su hermano desviaba la vista desde la televisión para así dirigirla hasta él.
-si comes estarás demasiado gordo y nadie te querrá - escupió volviendo la atención a la televisión, mientras el pequeño tan sólo Asentía y sollozaba silenciosamente para así volver a su trabajo.

-¡Ya llegué! - la madre de ambos gritó desde la puerta.

Harry se levantó mirando a su madre como se dirigía a la cocina sin siquiera prestarle la más mínima atención.
-M... Mamá...¿ P..puedo comer un poco? - pregunto siguiendola, ya que el pequeño realmente tenía hambre.
-Estás demasiado gordo - gruñó saliendo del lugar dejando a un harry completamente solo con ganas de llorar más de lo que ya estaba.
Y es que ambos se equivocaban frente al aspecto físico del pequeño omega, pues el pesaba apenas 41 kilos.

El chico de cabello rizado sacó un poco de chocolate pero no sirvió, al momento de llevarlo a su pequeña boca su hermano gruñó pegándole en el estómago.
-¡¿Qué te dije sobre la comida?! - gritó pateandolo.
-L... Lo siento.-harry murmuraba cubriéndose como si eso fuera a ayudar a quitar el dolor y el hambre que estaba sintiendo en esos momentos.

Sin más el chico cayó en la inconsciencia en el piso de la cocina.

Mientras a lo lejos oía la voz de su madre hablar con los paramédicos.
Ya que al parecer la salud de Harry la importaba tan sólo un poco.